El Pandit Nehru, Padre de la India
Cecilia Ruiz de Ríos
El otro día, mi alumno Rabindranath Morazán, cuya madre es hindú, decía que el Mahatma Gandhi había rezado y ayunado suficiente por la India, pero el que de veras materializó la independencia de este exótico país fue un hombre guapísimo, de férrea voluntad y gran pragmatismo llamado Jawaharlal Nehru. Aunque algunos historiadores caen bajo el magnetismo espiritual del Mahatma, es indudable que sin Jawaharlal Nehru la independencia de la India hubiera estado por buenos años más en los aretes que la faltan a la luna... coincidiendo así con la opinión de mi pupilo.
Jawaharlal Nehru vino al mundo en Allahabad un 14 de noviembre de 1889 en el seno de una familia riquísima de brahmanes, la casta más elevada de la India. Su papi era un gran dirigente de Cachemira y cuando Nehru llegó a los 16 años, lo enviaron a estudiar leyes a Gran Bretaña, donde fue buen alumno en Trinity College. En 1910 salió graduado de abogado, y aunquer nunca nadie iba a poderle ganar un pleito (contrario al Mahatma Gandhi, quien parecía más leguleyo atolondrado que abogado de verdad), al regresar a la India Nehru no supo imponer su voluntad y acabó casándose por conveniencia con Kamala Kaul.
Esta era una preciosa muchacha pero que no le gustaba para nada a Nehru, quien en sus tiempos de estudiantes ya tenía fama de don Juan. En 1918 Indira, su hija, nació, a pesar que existe una leyenda que dice que Kamala debió ser muy persistente para llevarse a su esposo a la cama... Indira, quien heredaría de su fabuloso padre el gusto por la política y una sagacidad increíble, recordaría que durante su infancia muchas veces oía llorar a su madre cuando Nehru iba a parar tras las rejas por sus actividades políticas. Nehru como padre era un autócrata, y en una ocasión le censuró a Indira de que jugara con una rubia muñeca importada. La muñeca en cuestión acabó en una fogata para satisfacción de Nehru, pero el trauma que quedó en la siquis de la niña Indira no le permitió volverle a tomar gusto al juego.
En 1919, siguiente Nehru se había sumado ya al movimiento del Mahatma Gandhi, el Satygraba Sabha. En 1920 Nehru se sumó a los que participaban en la política de no colaboración con los opresores ingleses y en 1924 se hizo el secretario general del comité de Congreso de la India. En 1927 viajó a Rusia para el décimo aniversario de la revolución, y en 1929 fue elegido Presidente del Comité del Congreso Toda India y se hace cargo de la sesión de trabajo.
Para 1930 ya estaba participando en el movimiento de desobediencia civil y en 1942 saboreó el tabo nuevamente al ser arrestado por sus actividades. Los ingleses, afligidos en medio de la Segunda Guerra Mundial, querían exigir que los indios les echaran no una sino dos manos en su lucha contra el nazismo, sin importarles que la India quedara todavía en peor estado de lo que ya estaba. Curiosamente, muchos indios miraban al Mahatma Gandhi como el santo patrón del movimiento independentista, pero Nehru era respetado como el verdadero ejecutor de la lucha por la autodeterminación, eficaz, pragmático y enérgico.
En 1947 Nehru sería el negociador principal del Congreso Nacional Indio, debatiendo puntos claves con el último virrey británico (Louis Mountbatten) y primer ministro en el gobierno interino. El 15 de agosto de 1947, cuando la India finalmente se soltó del aplastante yugo inglés para ser independiente, Nehru es elegido primer ministro de la India ya como nación. En 1948 el asesinato del Mahatma Gandhi, quien fue su gran amigo y maestro, dejaría a Nehru más adolorido que un mono mal tirado. Sin embargo, apartó burdos sentimentalismos para forjar una nación a como él había soñado.
Atacó el latifundismo, aseguró la igualdad de derechos para las mujeres al facilitar su acceso a la propiedad y legalizando el divorcio, observó una política de no alineación con las potencias y llevó a cabo muchas obras de beneficencia y cambio social. Durante la Guerra Fría se negó a tomar partido, no se inmiscuyó en los líos de Indochina y las Coreas y promovió la idea de formar una tercera fuerza mundial que defendiera la autodeterminación y desarrollo de los países tercermundistas. En 1959 concedió asilo político al Dalai Lama, rompiendo relaciones con Pekín y en 1961 expulsó a los portugueses de la colonia de Goa. Hubo abundantes choques con la vecina Pakistán a partir de 1948, siendo la manzana de la discordia Cachemira, la cual era reclamada por ambas India y Pakistán.
En 1954 sería sucedido por Bhakra Dam, y un 27 de mayo de 1964 la muerte en forma de masivo infarto acabaría con él.
Nehru como político no fue muy distinto al hombre de carne y hueso que era. Apasionado, le costaba controlar sus impulsos, y a veces se le acusó de autoritario y caprichoso. Nehru durante toda su vida se consideró desdichado en el amor, ya que nunca aprendió a amar a la gentil Kamala, su culta esposa. Toda la ternura y afabilidad del carácter de Nehru fueron a dar a Indira, a quien crió para ser una gran dirigente. El amor por los niños y los animales fue una constante en la vida de Nehru, y llegó a tener un enorme zoológico que incluía una familia de pandas, varios elefantitos, y una camada de tres tigres de Bengala, uno de los cuales acabó por regalarlo al yugoslavo Josep Broz Tito después de que el dirigente balcánico casi le llorara a Nehru para que le obsequiara al cachorro.
Nehru además poseía una buena cantidad de perros, gatos, ardillas, tortugas, conejos y hasta un mapachín que un soldado gringo le había regalado durante la Segunda Guerra Mundial. Nehru además tenía pasión por la literatura, llegando a escribir algunos poemas que nunca quiso publicar. Leía mucho sobre historia, también. Nehru, sabiendo que se miraba bien con cualquier cosa que se pusiera, insistía en llevar la vestimenta a la usanza india, y sus camisas de cuello alto legaron a la moda internacional lo que hoy llamamos "cuello Nehru."
Lo que nunca se pudo confirmar es si en efecto se fue o no a la cama con una de sus grandes admiradoras, la escritora hindú Kamala Napurdalah, quien llegó a llamarle en público "el hombre más exquisito del mundo" mientras Nehru se sonrojaba de pies a cabeza.
No faltan los chismosos que afirman que hay un inmenso parecido entre Sabas Abimael, el hijo que Kamala Napurdalah parió en 1950 ya estando en la menopausia, y el bello Nehru. Nehru escribió varios libros sobre diversos temas, incluyendo uno sobre el Mahatma Gandhi, y como historiador es bastante respetado hoy en día, pero su fama fue lograda por su inquebrantable espíritu de lucha por la independencia de su amada India.
Cecilia Ruiz de Ríos
El otro día, mi alumno Rabindranath Morazán, cuya madre es hindú, decía que el Mahatma Gandhi había rezado y ayunado suficiente por la India, pero el que de veras materializó la independencia de este exótico país fue un hombre guapísimo, de férrea voluntad y gran pragmatismo llamado Jawaharlal Nehru. Aunque algunos historiadores caen bajo el magnetismo espiritual del Mahatma, es indudable que sin Jawaharlal Nehru la independencia de la India hubiera estado por buenos años más en los aretes que la faltan a la luna... coincidiendo así con la opinión de mi pupilo.
Jawaharlal Nehru vino al mundo en Allahabad un 14 de noviembre de 1889 en el seno de una familia riquísima de brahmanes, la casta más elevada de la India. Su papi era un gran dirigente de Cachemira y cuando Nehru llegó a los 16 años, lo enviaron a estudiar leyes a Gran Bretaña, donde fue buen alumno en Trinity College. En 1910 salió graduado de abogado, y aunquer nunca nadie iba a poderle ganar un pleito (contrario al Mahatma Gandhi, quien parecía más leguleyo atolondrado que abogado de verdad), al regresar a la India Nehru no supo imponer su voluntad y acabó casándose por conveniencia con Kamala Kaul.
Esta era una preciosa muchacha pero que no le gustaba para nada a Nehru, quien en sus tiempos de estudiantes ya tenía fama de don Juan. En 1918 Indira, su hija, nació, a pesar que existe una leyenda que dice que Kamala debió ser muy persistente para llevarse a su esposo a la cama... Indira, quien heredaría de su fabuloso padre el gusto por la política y una sagacidad increíble, recordaría que durante su infancia muchas veces oía llorar a su madre cuando Nehru iba a parar tras las rejas por sus actividades políticas. Nehru como padre era un autócrata, y en una ocasión le censuró a Indira de que jugara con una rubia muñeca importada. La muñeca en cuestión acabó en una fogata para satisfacción de Nehru, pero el trauma que quedó en la siquis de la niña Indira no le permitió volverle a tomar gusto al juego.
En 1919, siguiente Nehru se había sumado ya al movimiento del Mahatma Gandhi, el Satygraba Sabha. En 1920 Nehru se sumó a los que participaban en la política de no colaboración con los opresores ingleses y en 1924 se hizo el secretario general del comité de Congreso de la India. En 1927 viajó a Rusia para el décimo aniversario de la revolución, y en 1929 fue elegido Presidente del Comité del Congreso Toda India y se hace cargo de la sesión de trabajo.
Para 1930 ya estaba participando en el movimiento de desobediencia civil y en 1942 saboreó el tabo nuevamente al ser arrestado por sus actividades. Los ingleses, afligidos en medio de la Segunda Guerra Mundial, querían exigir que los indios les echaran no una sino dos manos en su lucha contra el nazismo, sin importarles que la India quedara todavía en peor estado de lo que ya estaba. Curiosamente, muchos indios miraban al Mahatma Gandhi como el santo patrón del movimiento independentista, pero Nehru era respetado como el verdadero ejecutor de la lucha por la autodeterminación, eficaz, pragmático y enérgico.
En 1947 Nehru sería el negociador principal del Congreso Nacional Indio, debatiendo puntos claves con el último virrey británico (Louis Mountbatten) y primer ministro en el gobierno interino. El 15 de agosto de 1947, cuando la India finalmente se soltó del aplastante yugo inglés para ser independiente, Nehru es elegido primer ministro de la India ya como nación. En 1948 el asesinato del Mahatma Gandhi, quien fue su gran amigo y maestro, dejaría a Nehru más adolorido que un mono mal tirado. Sin embargo, apartó burdos sentimentalismos para forjar una nación a como él había soñado.
Atacó el latifundismo, aseguró la igualdad de derechos para las mujeres al facilitar su acceso a la propiedad y legalizando el divorcio, observó una política de no alineación con las potencias y llevó a cabo muchas obras de beneficencia y cambio social. Durante la Guerra Fría se negó a tomar partido, no se inmiscuyó en los líos de Indochina y las Coreas y promovió la idea de formar una tercera fuerza mundial que defendiera la autodeterminación y desarrollo de los países tercermundistas. En 1959 concedió asilo político al Dalai Lama, rompiendo relaciones con Pekín y en 1961 expulsó a los portugueses de la colonia de Goa. Hubo abundantes choques con la vecina Pakistán a partir de 1948, siendo la manzana de la discordia Cachemira, la cual era reclamada por ambas India y Pakistán.
En 1954 sería sucedido por Bhakra Dam, y un 27 de mayo de 1964 la muerte en forma de masivo infarto acabaría con él.
Nehru como político no fue muy distinto al hombre de carne y hueso que era. Apasionado, le costaba controlar sus impulsos, y a veces se le acusó de autoritario y caprichoso. Nehru durante toda su vida se consideró desdichado en el amor, ya que nunca aprendió a amar a la gentil Kamala, su culta esposa. Toda la ternura y afabilidad del carácter de Nehru fueron a dar a Indira, a quien crió para ser una gran dirigente. El amor por los niños y los animales fue una constante en la vida de Nehru, y llegó a tener un enorme zoológico que incluía una familia de pandas, varios elefantitos, y una camada de tres tigres de Bengala, uno de los cuales acabó por regalarlo al yugoslavo Josep Broz Tito después de que el dirigente balcánico casi le llorara a Nehru para que le obsequiara al cachorro.
Nehru además poseía una buena cantidad de perros, gatos, ardillas, tortugas, conejos y hasta un mapachín que un soldado gringo le había regalado durante la Segunda Guerra Mundial. Nehru además tenía pasión por la literatura, llegando a escribir algunos poemas que nunca quiso publicar. Leía mucho sobre historia, también. Nehru, sabiendo que se miraba bien con cualquier cosa que se pusiera, insistía en llevar la vestimenta a la usanza india, y sus camisas de cuello alto legaron a la moda internacional lo que hoy llamamos "cuello Nehru."
Lo que nunca se pudo confirmar es si en efecto se fue o no a la cama con una de sus grandes admiradoras, la escritora hindú Kamala Napurdalah, quien llegó a llamarle en público "el hombre más exquisito del mundo" mientras Nehru se sonrojaba de pies a cabeza.
No faltan los chismosos que afirman que hay un inmenso parecido entre Sabas Abimael, el hijo que Kamala Napurdalah parió en 1950 ya estando en la menopausia, y el bello Nehru. Nehru escribió varios libros sobre diversos temas, incluyendo uno sobre el Mahatma Gandhi, y como historiador es bastante respetado hoy en día, pero su fama fue lograda por su inquebrantable espíritu de lucha por la independencia de su amada India.
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