MARY MADRE DEL FRANKENSTEIN, LA PRECURSORA DEL GENERO DE TERROR
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace poco, un señor que obviamente lee poco pero cobra mucho me preguntaba por qué yo incursionaba en un género tan "netamente masculino" como el terror. Lo que este pobre gringo no sabe es que no fue Edgard Allan Poe, excelso bardo y cuentista norteamericano, quien fue en realidad el precursor del género de horror a como lo conocemos hoy, sino que una linda inglesita llamada Mary Godwin Shelley. Para mejor referencia, la madre literaria del Frankenstein, ese gran ícono del miedo.
Mary al venir al mundo en Somers Town en 1797 traía excelentes genes: su madre era la gran escritora feminista Mary Wollstonecraft, y su padre el filósofo William Godwin. Pero el destino se lanzó una carcajada al quitarle a Mary a su feminista madre, quien murió de complicaciones pocos días después de parir a Mary. Mary entonces fue criada por su padre y una muy resentida madrastra que no la quería para nada. Era una chiquilla callada y retraída, muy dada a soñar y a leer.Cuando Mary llegó a los 16 años, conoció a quien sería el amor de su vida, el poeta inglés Percy Bysshe Shelley. Shelley era uno de los más ardorosos fans de las ideas del padre de Mary, y llegaba a menudo por el hogar de Mary. Mary se sintió flechada de inmediato por la gentileza y buena pinta del bardo, y en una ocasión en que visitaban un cementerio, Mary lo arrinconó al lado de una cripta para declararle su amor. Mary ya sabía que Percy era un hombre casado, padre de un hijo y que la mujer de Percy era un demonio de celosa, pero eso no fue impedimento para que Percy se decidiera a huir con Mary hacia Europa continental, arrastrando junto a ellos a la hermanastra de Mary(una rubia linda llamada Claire), quien habría de poner otro escándalo en la familia al irse al lecho con el zanganísimo amigo de Percy, nada menos que el poeta y noble Lord Byron. Mary tuvo que adaptarse a como mejor pudo al rol de querida de Percy, dado que la mujer del poeta se negaba en redondo a brindarle el divorcio. Pero cuando Harriet, la mujer de Percy, for fin se suicidó ahogándose, ya Mary estaba hastiada de su rol y a regañadientes se casó con Percy.
La hostilidad de los ingleses hacia Mary como rompehogares fue enorme, y Percy tuvo que llevársela a Italia, donde fueron inicialmente muy felices, mostrándose Percy fue gentil y galante con ella. Sin embargo, en Italia Mary se llevaría dos enormes golpes: la muerte de sus chiquillos. A pesar de estar constantemente encinta, Mary solo lograría que su hijo menor Percy sobreviviera.
Mary tenía apenas 19 años cuando en el verano de 1816 le atacó una pesadilla galopante mientras andaba en Suiza. Lord Byron, quien era yunta de Percy, había sugerido que Percy, un amigo apellidado Polidori, él mismo y Mary trataran de escribir un relato de fantasmas.Mary se inspiró en sus miedos nocturnos y fue así que brotó el relato del Frankenstein, en el cual un galeno apellidado Frankenstein se da a la tarea de jugar a ser Dios tratando de crear la vida sin ayuda de vientre materno. El monstruo creado con tucos de delincuentes y antisociales acaba siendo rechazado por su "padre putativo" Frankenstein y decide tomar el nombre de su creador antes de vengarse por el rechazo y la negativa del médico ante su petición de crearle una hembra. En Frankenstein, Mary virtió además sus miedos como mujer ante las problemáticas del embarazo, la posibilidad de la muerte en el parto y todas las dificultades que la preñez y la maternidad conllevan para las hembras de la especie. La vida conyugal ya no era puro gozo, y Percy tras la muerte de los dos primeros niños se mostraba desconsiderado y retraído hacia Mary. Para colmo, Percy tendría el mal tino de ahogarse en Italia cuando Mary apenas tenía 24 años de edad, dejándola sola con un hijo que criar un montón de deudas por pagar. Sin embargo, una vez que Mary vio el cadáver de su esposo no pudo contenerse e hizo que le extrajeran el corazón para conservarlo con ella como macabra reliquia para toda la vida. Mary, quien había amado sinceramente al irresponsable poeta, nunca se volvió a casar en la vida a pesar de que tuvo un puñado de pretendientes.
Los restantes 29 años de vida los pasó en una lucha por sobrevivencia en Inglaterra, donde la sociedad no le perdonaba su pasado. Dada su pobreza, no podía darse el lujo de vivir fuera de Inglaterra. Trabajaba arduamente como escritora para mantener a su anciano padre y su hijito. Sin embargo, muchos artistas, políticos y otros escritores la tenían en gran estima y le ayudaban cada vez que fuera posible.
A los 48 años de edad, Mary se vio recluida a una silla de ruedas. Los primeros estragos de su mal-tumor canceroso del cerebro, al igual que Bob Marley en el siglo pasado-la dejaron inválida. Murió en 1851 a causa del tumor cerebral inoperable. Curiosamente en ese mismo año abriría la Gran Exhibición donde se expondría precisamente la más avanzada tecnología científica en contra de la cual Mary despotrica en su Frankenstein. El corazón del bardo pasó a posesión de Percy, el único retoño que sobrevivió de los trágicos amores de Mary con su marido.
El Frankenstein como novela es una de las obras monumentales del género terror. Con más de un siglo de antelación, vislumbra los peligros que se dan cuando el hombre quiere prescindir de la mujer para crear la vida. Presentiría Mary que a fines del siglo XX ya hubieran experimentos con clonación de humanos, a como ya hubo en Europa sin bombo ni platillo? También es un reflejo de los temores por los cuales pasamos muchas mujeres desde el momento en que nos enteramos que estamos encintas, y comenzamos a preguntarnos si el bebé será normal, si moriremos en el parto, si el bebé vivirá normalmente, etc. Es por eso que el género de terror jamás puede ser considerado como una disciplina masculina, porque fue una mujer la que lo creó a como lo conocemos hoy en día. Edgard Allan Poe, nacido en Boston un 19 de enero de 1809, era apenas un niño atormentado de 7 años cuando Mary creaba el Frankenstein a orillas de un lago en Suiza. Poe no comenzó a escribir relatos de horror en serio hasta que lo echaron a puntapiés de la Academia Militar de West Point...
Frankenstein ha sido la delicia para los cineastas. Desde Bela Lugosi hasta nuestros modernos Frank Langella y Kenneth Branagh lo han encontrado irresistible como medio para crear actores de carácter. Y si Hollywood cumpliera con el deber moral de retribuirle a Mary Shelley, quien murió en la pobreza, todo el dinero que ha hecho a costillas de su obra maestra, los herederos de esta novelista podrían navegar en plata por tres generaciones más. Pero como fue una mujer quien creó al Frankenstein, lo más lógico es que ni las gracias piensen en darlas.
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace poco, un señor que obviamente lee poco pero cobra mucho me preguntaba por qué yo incursionaba en un género tan "netamente masculino" como el terror. Lo que este pobre gringo no sabe es que no fue Edgard Allan Poe, excelso bardo y cuentista norteamericano, quien fue en realidad el precursor del género de horror a como lo conocemos hoy, sino que una linda inglesita llamada Mary Godwin Shelley. Para mejor referencia, la madre literaria del Frankenstein, ese gran ícono del miedo.
Mary al venir al mundo en Somers Town en 1797 traía excelentes genes: su madre era la gran escritora feminista Mary Wollstonecraft, y su padre el filósofo William Godwin. Pero el destino se lanzó una carcajada al quitarle a Mary a su feminista madre, quien murió de complicaciones pocos días después de parir a Mary. Mary entonces fue criada por su padre y una muy resentida madrastra que no la quería para nada. Era una chiquilla callada y retraída, muy dada a soñar y a leer.Cuando Mary llegó a los 16 años, conoció a quien sería el amor de su vida, el poeta inglés Percy Bysshe Shelley. Shelley era uno de los más ardorosos fans de las ideas del padre de Mary, y llegaba a menudo por el hogar de Mary. Mary se sintió flechada de inmediato por la gentileza y buena pinta del bardo, y en una ocasión en que visitaban un cementerio, Mary lo arrinconó al lado de una cripta para declararle su amor. Mary ya sabía que Percy era un hombre casado, padre de un hijo y que la mujer de Percy era un demonio de celosa, pero eso no fue impedimento para que Percy se decidiera a huir con Mary hacia Europa continental, arrastrando junto a ellos a la hermanastra de Mary(una rubia linda llamada Claire), quien habría de poner otro escándalo en la familia al irse al lecho con el zanganísimo amigo de Percy, nada menos que el poeta y noble Lord Byron. Mary tuvo que adaptarse a como mejor pudo al rol de querida de Percy, dado que la mujer del poeta se negaba en redondo a brindarle el divorcio. Pero cuando Harriet, la mujer de Percy, for fin se suicidó ahogándose, ya Mary estaba hastiada de su rol y a regañadientes se casó con Percy.
La hostilidad de los ingleses hacia Mary como rompehogares fue enorme, y Percy tuvo que llevársela a Italia, donde fueron inicialmente muy felices, mostrándose Percy fue gentil y galante con ella. Sin embargo, en Italia Mary se llevaría dos enormes golpes: la muerte de sus chiquillos. A pesar de estar constantemente encinta, Mary solo lograría que su hijo menor Percy sobreviviera.
Mary tenía apenas 19 años cuando en el verano de 1816 le atacó una pesadilla galopante mientras andaba en Suiza. Lord Byron, quien era yunta de Percy, había sugerido que Percy, un amigo apellidado Polidori, él mismo y Mary trataran de escribir un relato de fantasmas.Mary se inspiró en sus miedos nocturnos y fue así que brotó el relato del Frankenstein, en el cual un galeno apellidado Frankenstein se da a la tarea de jugar a ser Dios tratando de crear la vida sin ayuda de vientre materno. El monstruo creado con tucos de delincuentes y antisociales acaba siendo rechazado por su "padre putativo" Frankenstein y decide tomar el nombre de su creador antes de vengarse por el rechazo y la negativa del médico ante su petición de crearle una hembra. En Frankenstein, Mary virtió además sus miedos como mujer ante las problemáticas del embarazo, la posibilidad de la muerte en el parto y todas las dificultades que la preñez y la maternidad conllevan para las hembras de la especie. La vida conyugal ya no era puro gozo, y Percy tras la muerte de los dos primeros niños se mostraba desconsiderado y retraído hacia Mary. Para colmo, Percy tendría el mal tino de ahogarse en Italia cuando Mary apenas tenía 24 años de edad, dejándola sola con un hijo que criar un montón de deudas por pagar. Sin embargo, una vez que Mary vio el cadáver de su esposo no pudo contenerse e hizo que le extrajeran el corazón para conservarlo con ella como macabra reliquia para toda la vida. Mary, quien había amado sinceramente al irresponsable poeta, nunca se volvió a casar en la vida a pesar de que tuvo un puñado de pretendientes.
Los restantes 29 años de vida los pasó en una lucha por sobrevivencia en Inglaterra, donde la sociedad no le perdonaba su pasado. Dada su pobreza, no podía darse el lujo de vivir fuera de Inglaterra. Trabajaba arduamente como escritora para mantener a su anciano padre y su hijito. Sin embargo, muchos artistas, políticos y otros escritores la tenían en gran estima y le ayudaban cada vez que fuera posible.
A los 48 años de edad, Mary se vio recluida a una silla de ruedas. Los primeros estragos de su mal-tumor canceroso del cerebro, al igual que Bob Marley en el siglo pasado-la dejaron inválida. Murió en 1851 a causa del tumor cerebral inoperable. Curiosamente en ese mismo año abriría la Gran Exhibición donde se expondría precisamente la más avanzada tecnología científica en contra de la cual Mary despotrica en su Frankenstein. El corazón del bardo pasó a posesión de Percy, el único retoño que sobrevivió de los trágicos amores de Mary con su marido.
El Frankenstein como novela es una de las obras monumentales del género terror. Con más de un siglo de antelación, vislumbra los peligros que se dan cuando el hombre quiere prescindir de la mujer para crear la vida. Presentiría Mary que a fines del siglo XX ya hubieran experimentos con clonación de humanos, a como ya hubo en Europa sin bombo ni platillo? También es un reflejo de los temores por los cuales pasamos muchas mujeres desde el momento en que nos enteramos que estamos encintas, y comenzamos a preguntarnos si el bebé será normal, si moriremos en el parto, si el bebé vivirá normalmente, etc. Es por eso que el género de terror jamás puede ser considerado como una disciplina masculina, porque fue una mujer la que lo creó a como lo conocemos hoy en día. Edgard Allan Poe, nacido en Boston un 19 de enero de 1809, era apenas un niño atormentado de 7 años cuando Mary creaba el Frankenstein a orillas de un lago en Suiza. Poe no comenzó a escribir relatos de horror en serio hasta que lo echaron a puntapiés de la Academia Militar de West Point...
Frankenstein ha sido la delicia para los cineastas. Desde Bela Lugosi hasta nuestros modernos Frank Langella y Kenneth Branagh lo han encontrado irresistible como medio para crear actores de carácter. Y si Hollywood cumpliera con el deber moral de retribuirle a Mary Shelley, quien murió en la pobreza, todo el dinero que ha hecho a costillas de su obra maestra, los herederos de esta novelista podrían navegar en plata por tres generaciones más. Pero como fue una mujer quien creó al Frankenstein, lo más lógico es que ni las gracias piensen en darlas.
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