Encantador, Infatigable e Indispensable: Josip Broz Tito
Cecilia Ruiz de Ríos
"No puede haber sido tan mala bichucha si la gustaban los niños y los animales," dijo mi abuelita cuando supo de la muerte del inefable mandamás yugoslavo Josip Broz Tito, quien desapareció físicamente un 4 de mayo de 1980. Yo por mi parte me quedé con el ahogante deseo de conocerlo y debido a atrasos en mi plan de estudio, no pude movilizarme desde Francia hasta Belgrado para asistir a su mutitudinario sepelio. Algunos le echan el muerto de la situación bélica actual de la ex Yugoslavia a que, según ellos, Tito no debió unificar a tantas etnias diversas, pero la realidad es que este subyugador macho y estadista fue un admirable hijo del siglo XX.
Josip Broz era el séptimo hijo del matrimonio formado por Marija y Franjo Broz, nacido en Kumrovec un 7 de mayo de 1892. Desde tierno, era un bebé hermosísimo y jovial que demostraba tener una inteligencia poco común. El primero de septiembre de 1900 comenzó su primaria, y al concluirla en 1905, pasó a la escuela de aprendices, comenzando a laborar en una cerrajería. Ya para 1910 andaba involucrado en movimientos sindicales y le encantaba organizar huelgas.
Siendo un adolescente muy atractivo, era buscado por señoras mayores. Ya en 1912 se hace cargo de su primera mujer, Marusa Novakova, con quien tendrá un hijo. Pasa de Austria a Checoslovaquia, trabajando de una fábrica a otra y viviendo incontables aventuras con todo tipo de mujeres. En 1913 se lo lleva el servicio militar, y en 1914 le toca pelear en la I Guerra Mundial.En 1915 se vio seraimente lesionado cuando una lanza casi le atraviesa el omoplato izquierdo, y en 1916 cae preso. Para 1917 se enlista en el Ejército Rojo de Rusia, el cual está terminando de ser armado por el judío Trotsky.
Cuando acaba la guerra Tito anda involucrado en actividades políticas de nuevo, y en ese año se casa con Pelagia Belousova. Sigue organizando sindicatos y en 1923 Zlatica, la adorada hijita que tuvo con Pelagia, fallece, sumiéndolo en una gran depresión. En 1925 Tito se vio nuevamente arrestado por un discurso que pronunció en el sepelio de un camarada. En 1927 será arrestado nuevamente bajo cargos de "peligroso comunista agitador".A pesar de verse condenado a prisión, esto no desanima a Tito y sigue emitiendo panfletos y causando disturbios por donde pasa. En 1928, 30 mil trabajadores responden a su agitación y se arma tremendo bochinche el primero de mayo, con 100 obreros arrestados y muchos muertos.
Tito logra escapar del arresto en julio, pero en agosto de ese año le echan el guante.2040 días habría de pasar Tito en el tabo, siendo liberado hasta en 1934.Inmediatamente que lo sueltan vuelve a sus actividades con el partido comunista, viviendo primero en casa de su hermana Teresa y luego en casa de una tía. En 1935 se va a Moscú bajo el alias de Walter Friedrich, y durante 22 meses estará en la Unión Soviética. Un 8 de diciembre de 1936 la alta nomenclatura del partido decide que Tito debe repatriarse, aunque pasará un tiempo más viajando a Viena, Checoslovaquia, París y Moscú. Para 1941 ya tiene otra esposa, Herta Haas, con quien las cosas ya van mal, y en medio de la II Guerra Mundial su actividad política no se detiene.
En noviembre de 1943 se ve nombrado Mariscal, y se ve apoyado por los Aliados. Para noviembre de 1944 es proclamado héroe nacional y el 7 de marzo Tito se ve como mandamás de su país ya que el gobierno provisional del Dr. Subasic renuncia. El 29 de noviembre de 1945 Tito proclama la República Popular de Yugoslavia. Una vez en el poder, Tito se dedica a promover el desarrollo industrial. No copió el modelo comunista de sus países vecinos, y aunque mantuvo buenas relaciones con el bloque socialista, su política de amistad con todos pero sin sudar calentura ajena lo llevó a ser el pionero del Movimiento de Países No Alineados.
Hizo buenísimas migas con Jawaharlal Nehru de la India, a quien le logró convencer que le regalara un tigre de Bengala. Winston Churchill le admiró, Haile Selassie lo homenajeó e hizo amistad con Nasser de Egipto. Actrices como Jayne Mansfield y Marylin Monroe se retrataron con él y lo pronunciaron sexy. Nunca perdió el contacto con los obreros y era uno de los dirigentes más campechanos que ha tenido la historia. Algunos le acusaban de formar campos de detención para recluir a sus enemigos políticos. Tito nunca perdió el buen humor que le caracterizaba, y su pasión por los niños y los animales era desmedida. Llegó a tener numerosas y rarísimas mascotas, entre ellas un tigre que le quitó a Nehru, una panda que le regaló Mao y una gata que cuando se le perdió lloró por radio para que se la devolvieran lo antes posible. Como hombre, era un dechado de virtudes y defectos.
Tocaba muy bien el piano, le encantaba el perfume y cocinaba riquísimo, pero era un zangantete inescrupuloso que se aprovechaba de las mujeres y no se sabe a ciencia cierta cuantas aventuras sexuales e hijos espurios tuvo. Cuando era pobre y desconocido, era un granuja que operaba como gigoló de mujeres ricas, y en una ocasión un marido celoso le metió un tiro al hallarlo en arrumacos en la cama con su mujer. En otra ocasión, tuvo un ménage a trois con una pareja de gemelas rusas, y acabó preñándolas a ambas al mismo tiempo. No se detenía ante nada para conquistar a una mujer, y varias veces cometió bigamia. Les escribía poemas, se desaparecía, amenazaba y cortejaba, pero conseguía lo que se proponía.
Marusa Novakova, Liza Spuner, Tereza Stacner, Ljusa Sedlovska, Ira Gligorieva, Daria Andilerova, Nina y Svetlana Bazan(las gemelas), Zuhra Badahur, pelagja Blousova, Vida Kogej, Elza Gerlach, Jeanne Coitier, Herta Haas,Davorjanska Paunovic-Zdenka y Jovanka Broz forman parte de la lista de mujeres más o menos oficiales que tuvo. De ellas, logró una suma como de 20 hijos. También tuvo un amorío tórrido con la escritora hindú Kamala Napurdalah durante la II Guerra Mundial, y la percusionista francesa María Marteneau se puso tan furiosa al verlo con su última esposa Jovanka que en la siguiente sesión de amor lo cargó a patada limpia y casi le saca un ojo. No era la primera vez que una hija de Eva golpeaba a Tito, ya que siendo joven en 1913 Lisa Supner lo escapó de estrangular con sábanas de seda durante la cópula.
Sin embargo, aún viejo Tito supo mantener un encanto capaz de fundir a una barra de platino con la sonrisa. En enero de 1980 Tito comenzó a padecer de fuertes dolores en las várices de su pierna izquierda, y en pocos días sus galenos optaron por amputarle la pierna izquierda. En abril tuvo una recaída y esta vez el malestar fue empeorado por ictericia y pulmonía. La salud del camarada Tito se deterioró más mientras su esposa Jovanka se retorcía las manos, y un 4 de mayo de 1980 a las 3 y cinco de la tarde, murió dejando a los yugoslavos como cúcalas desarboladas, ya que como hombre fuerte de su nación resultaba casi imposible imaginarse la vida sin él. Yo me tuve que resignar a ver el multitudinario entierro por televisión mientras hojeaba un pesado tomo , frustrada por no haberlo conocido personalmente. A tantos años de su muerte, Tito es para mí como un nosferatu balcánico, inmortal a tal punto que recientemente le dediqué mi cuento El Violonchelo de Serbia, pues a mis 48 años lo sifo idolatrando sin medida.
"No puede haber sido tan mala bichucha si la gustaban los niños y los animales," dijo mi abuelita cuando supo de la muerte del inefable mandamás yugoslavo Josip Broz Tito, quien desapareció físicamente un 4 de mayo de 1980. Yo por mi parte me quedé con el ahogante deseo de conocerlo y debido a atrasos en mi plan de estudio, no pude movilizarme desde Francia hasta Belgrado para asistir a su mutitudinario sepelio. Algunos le echan el muerto de la situación bélica actual de la ex Yugoslavia a que, según ellos, Tito no debió unificar a tantas etnias diversas, pero la realidad es que este subyugador macho y estadista fue un admirable hijo del siglo XX.
Josip Broz era el séptimo hijo del matrimonio formado por Marija y Franjo Broz, nacido en Kumrovec un 7 de mayo de 1892. Desde tierno, era un bebé hermosísimo y jovial que demostraba tener una inteligencia poco común. El primero de septiembre de 1900 comenzó su primaria, y al concluirla en 1905, pasó a la escuela de aprendices, comenzando a laborar en una cerrajería. Ya para 1910 andaba involucrado en movimientos sindicales y le encantaba organizar huelgas.
Siendo un adolescente muy atractivo, era buscado por señoras mayores. Ya en 1912 se hace cargo de su primera mujer, Marusa Novakova, con quien tendrá un hijo. Pasa de Austria a Checoslovaquia, trabajando de una fábrica a otra y viviendo incontables aventuras con todo tipo de mujeres. En 1913 se lo lleva el servicio militar, y en 1914 le toca pelear en la I Guerra Mundial.En 1915 se vio seraimente lesionado cuando una lanza casi le atraviesa el omoplato izquierdo, y en 1916 cae preso. Para 1917 se enlista en el Ejército Rojo de Rusia, el cual está terminando de ser armado por el judío Trotsky.
Cuando acaba la guerra Tito anda involucrado en actividades políticas de nuevo, y en ese año se casa con Pelagia Belousova. Sigue organizando sindicatos y en 1923 Zlatica, la adorada hijita que tuvo con Pelagia, fallece, sumiéndolo en una gran depresión. En 1925 Tito se vio nuevamente arrestado por un discurso que pronunció en el sepelio de un camarada. En 1927 será arrestado nuevamente bajo cargos de "peligroso comunista agitador".A pesar de verse condenado a prisión, esto no desanima a Tito y sigue emitiendo panfletos y causando disturbios por donde pasa. En 1928, 30 mil trabajadores responden a su agitación y se arma tremendo bochinche el primero de mayo, con 100 obreros arrestados y muchos muertos.
Tito logra escapar del arresto en julio, pero en agosto de ese año le echan el guante.2040 días habría de pasar Tito en el tabo, siendo liberado hasta en 1934.Inmediatamente que lo sueltan vuelve a sus actividades con el partido comunista, viviendo primero en casa de su hermana Teresa y luego en casa de una tía. En 1935 se va a Moscú bajo el alias de Walter Friedrich, y durante 22 meses estará en la Unión Soviética. Un 8 de diciembre de 1936 la alta nomenclatura del partido decide que Tito debe repatriarse, aunque pasará un tiempo más viajando a Viena, Checoslovaquia, París y Moscú. Para 1941 ya tiene otra esposa, Herta Haas, con quien las cosas ya van mal, y en medio de la II Guerra Mundial su actividad política no se detiene.
En noviembre de 1943 se ve nombrado Mariscal, y se ve apoyado por los Aliados. Para noviembre de 1944 es proclamado héroe nacional y el 7 de marzo Tito se ve como mandamás de su país ya que el gobierno provisional del Dr. Subasic renuncia. El 29 de noviembre de 1945 Tito proclama la República Popular de Yugoslavia. Una vez en el poder, Tito se dedica a promover el desarrollo industrial. No copió el modelo comunista de sus países vecinos, y aunque mantuvo buenas relaciones con el bloque socialista, su política de amistad con todos pero sin sudar calentura ajena lo llevó a ser el pionero del Movimiento de Países No Alineados.
Hizo buenísimas migas con Jawaharlal Nehru de la India, a quien le logró convencer que le regalara un tigre de Bengala. Winston Churchill le admiró, Haile Selassie lo homenajeó e hizo amistad con Nasser de Egipto. Actrices como Jayne Mansfield y Marylin Monroe se retrataron con él y lo pronunciaron sexy. Nunca perdió el contacto con los obreros y era uno de los dirigentes más campechanos que ha tenido la historia. Algunos le acusaban de formar campos de detención para recluir a sus enemigos políticos. Tito nunca perdió el buen humor que le caracterizaba, y su pasión por los niños y los animales era desmedida. Llegó a tener numerosas y rarísimas mascotas, entre ellas un tigre que le quitó a Nehru, una panda que le regaló Mao y una gata que cuando se le perdió lloró por radio para que se la devolvieran lo antes posible. Como hombre, era un dechado de virtudes y defectos.
Tocaba muy bien el piano, le encantaba el perfume y cocinaba riquísimo, pero era un zangantete inescrupuloso que se aprovechaba de las mujeres y no se sabe a ciencia cierta cuantas aventuras sexuales e hijos espurios tuvo. Cuando era pobre y desconocido, era un granuja que operaba como gigoló de mujeres ricas, y en una ocasión un marido celoso le metió un tiro al hallarlo en arrumacos en la cama con su mujer. En otra ocasión, tuvo un ménage a trois con una pareja de gemelas rusas, y acabó preñándolas a ambas al mismo tiempo. No se detenía ante nada para conquistar a una mujer, y varias veces cometió bigamia. Les escribía poemas, se desaparecía, amenazaba y cortejaba, pero conseguía lo que se proponía.
Marusa Novakova, Liza Spuner, Tereza Stacner, Ljusa Sedlovska, Ira Gligorieva, Daria Andilerova, Nina y Svetlana Bazan(las gemelas), Zuhra Badahur, pelagja Blousova, Vida Kogej, Elza Gerlach, Jeanne Coitier, Herta Haas,Davorjanska Paunovic-Zdenka y Jovanka Broz forman parte de la lista de mujeres más o menos oficiales que tuvo. De ellas, logró una suma como de 20 hijos. También tuvo un amorío tórrido con la escritora hindú Kamala Napurdalah durante la II Guerra Mundial, y la percusionista francesa María Marteneau se puso tan furiosa al verlo con su última esposa Jovanka que en la siguiente sesión de amor lo cargó a patada limpia y casi le saca un ojo. No era la primera vez que una hija de Eva golpeaba a Tito, ya que siendo joven en 1913 Lisa Supner lo escapó de estrangular con sábanas de seda durante la cópula.
Sin embargo, aún viejo Tito supo mantener un encanto capaz de fundir a una barra de platino con la sonrisa. En enero de 1980 Tito comenzó a padecer de fuertes dolores en las várices de su pierna izquierda, y en pocos días sus galenos optaron por amputarle la pierna izquierda. En abril tuvo una recaída y esta vez el malestar fue empeorado por ictericia y pulmonía. La salud del camarada Tito se deterioró más mientras su esposa Jovanka se retorcía las manos, y un 4 de mayo de 1980 a las 3 y cinco de la tarde, murió dejando a los yugoslavos como cúcalas desarboladas, ya que como hombre fuerte de su nación resultaba casi imposible imaginarse la vida sin él. Yo me tuve que resignar a ver el multitudinario entierro por televisión mientras hojeaba un pesado tomo , frustrada por no haberlo conocido personalmente. A tantos años de su muerte, Tito es para mí como un nosferatu balcánico, inmortal a tal punto que recientemente le dediqué mi cuento El Violonchelo de Serbia, pues a mis 48 años lo sifo idolatrando sin medida.
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