LA TRAGALDABAS FRANCESA
Cecilia Ruiz de Ríos
A menudo solamente se suele mencionar la bulimia de la recordada princesa Diana como único ejemplo de trastornos alimentarios entre "azules"(léase nobles y realeza), pero en la historia de Francia, una sobrina-nieta del fabuloso monarca Luis XIV figura entre las personas más trastornadas de la historia ,
llegando a ser considerada como una genuina Messalina gala.
Todo comenzó mal cuando a Luis XIV se le ocurrió casar al único varón de su hermano homosexual Philippe con una hija bastarda que él tuvo como producto de sus retozos con la hermosa e intrigante Athenais de Montespán. El sobrino del Rey Sol debió obedecer a su regio tío casándose con su deforme y espuria prima, Francisca María, quien además de tener serios defectos físicos era egoísta, soberbia y haragana. Entre 1673 y 1716 Francisca María le parió a su esposo Felipe(futuro regente de Francia a la muerte del Rey Sol)8 muchachos, estando entre esta numerosa prole María Luisa, quien nació en 1695.Francisca María nunca fue buena madre y se negó a tener nada que ver con los hijos que tuvo, alegando que para eso habían numerosas ayas y criadas. En manos de sirvientas mañosas, Ma. Luisa fue creciendo díscola, agresiva y caprichosa, encontrando consuelo en la comida excesiva como compensación a la falta de atención de su mamá. Felipe, el padre de Ma. Luisa, trató de compensar la falta de afecto siendo un padre divertido y cariñoso, pero ya el daño estaba hecho.
A los 6 años de edad, Ma. Luisa enfermó tan gravemente que los medicuchos que la atendieron llegaron a darla por muerta. Arrecho ante la incompetencia de los galenos, Felipe, quien era muy erudito, brillante y letrado, echó a los charlatanes del dormitorio de su hija y él mismo logró que Ma. Luisa recuperara su salud. Felipe personalmente guisó platos nutritivos, le consiguió leche de yegua y cuando la niña se recuperó, procedió a mimarla de forma pavorosa. A los 14 años, Ma. Luisa ya tenía su propia corte de damitas en el Palais Royal. Gastaba sumas astronómicas en cosméticos, perlas, trajes y perfumes, pero no era muy adicta al baño. Viéndole convertirse en una guapa adolescente, su mamá comenzó a tramar para buscarle un buen marido y fijó sus ojos en Carlos, el Duque de Berry, nieto del Rey Sol. Luis XIV inicialmente objetó afirmando que si Ma. Luisa engordaba mucho podría no tener capacidad reproductiva. Ma. Luisa entonces se sometió a una dieta tan rigurosa que botó más de 30 libras en pocos meses, quedando más floja que una bolsa de agua.La esperada boda por fin se dio en julio de 1710 en la nueva capilla que Luis XIV había construido en su hermoso Versalles. El día de la boda, Ma. Luisa se convenció una vez más que su madre era una desalmada. Francisca María le quiso arrebatar a su hija unos aretes de diamantes que Felipe le había obsequiado como regalo de bodas.
Carlos, el marido de Ma. Luisa, era muy alegre pero obviamente carecía de grandes luces en la sesera. Sabía montar, cazar, despilfarrar dinero en la mesa de juegos y comer bien.Ma.Luisa lo odió a primera vista y no se abstenía de hacérselo saber.Luis XIV continuamente regañaba al joven matrimonio por sus perennes y aparatosas peleas,y en 1711 Ma. Luisa ya estaba pipona por fin. Las hormonas del embarazo le sacaron las peores pulgas a Ma. Luisa, quien solo vivía rezongando. Felipe se convirtió en casi la sombra de su hija, experimentando en la cocina con nuevos platos para poderla complacer. Las lenguas se desataron afirmando que entre Felipe y su hija había algo más que devoción filial. El chisme le llegó al rey, quien en un viaje exigió que Ma. Luisa fuera con él. A pesar que el médico prohibió ese viaje, Ma. Luisa debió obedecer, y tras un accidente en lancha, la niña que llevaba en el vientre nació muerta. Luis XIV se sintió bastante culpable y cambió en su actitud hacia ella. Posteriormente, Ma. Luisa no habría de tener buen resultado de ninguno de sus embarazos. Se dedicó a cultivar el talento por la música que heredó de su papá, y llegó a ser buena al clave, componiendo y cantando. También se dedicaba a la cacería, se convirtió en una ludópata y continuó comiendo como chancha. Carlos, su marido, no sabía qué hacer con ella. Sintió unos celos espantosos de su suegro, quien siempre estaba con ella. Carlos se involucró en un sórdido affaire con una mucama, y Ma. Luisa aprovechó para llevarse a la cama a un mozalbete de los establos, el Sr. de la Haye. Carlos se enfureció más de oír a su mujer hablar de lo bien dotado por la naturaleza que estaba su amante, y la amenazó con meterla a un convento si seguía de disoluta.El 26 de abril de 1714 Carlos se cayó de un caballo y se murió varios días más tarde.Ma. Luisa era una viuda embarazada de 18 años de edad.La niña que nació prematura solo vivió 12 horas.
Al morir Luis XIV en 1715, el papá de Ma. Luisa se convirtió en regente de Francia para mientras Luis XV crecía y udiera sumir el trono. Sin hijos ni marido que la detuviera, Ma. Luisa se convirtió en la compinche de las correrías de papi. Felipe llegaba a cenar con ella y sus amantes en el palacio de Luxemburgo.Ma. Luisa se aficionó al vino y derrochaba grandes sumas en apuestas.En las noches, bailarines de la ópera danzaban desnudos y Ma. Luisa participaba con ellos en orgías al estilo romano.La comenzaron a llamar "Princesa Gordiflona" pues a los 20 años parecía elefante pichón.Se levantaba a las 12 del día y trasnochaba todos los días.Pasaba horas enteras comiendo, y para poder seguir, hacía que una criada le introdujera una pluma en la garganta para estimular el vómito. En 1716 Ma. Luisa se enamoró violentamente de un teniente llamado Armand D´Aydie, Conde de Riom. Era gordo y con unas espinillas faciales que le pudieron haber ganado el apodo de Cara de Pizza, pero Armand era muy bien dotado por la naturaleza en las menudencias, algo que fascinaba a Ma. Luisa.Ma. Luisa estaba tan infatuada que se casó en secreto con él en otoño de 1716, y aprovechando tanta devoción, Armand la convirtió en su esclava.La maltrataba en público, mo la dejaba frecuentar a sus amigas y la azotaba en la cama.Ma. Luisa se hizo neurótica y habiendo sido atea en la adolescencia, comenzó a mostrar más interés en la religión. A veces visitaba un convento de monjas carmelitas, donde se autoflagelaba, rezaba y lloraba, solo para irse inmediatamente a sus placeres cortesanos. Armand presionaba a Ma. Luisa para que hiciera público su matrimonio, pero Felipe, considerando ese matrimonio como una terrible mésalliance, les prohibió desempolvar el secreto. En 1718 Ma. Luisa estaba embarazada de nuevo, pero siguió consumiendo cantidad navegables de licor. A inicios de 1719 su salud se deterioró tanto que se temió por su vida, pero el sacerdote se negaba a administrar la extrema unción mientras el odiado marido estuviera presente. Felipe se sacó de encima a Armand enviándolo a España con su regimiento.Tras parir otra niña muerta, Ma. Luisa se recuperó poco a poco. Poco después pescó un aire frío durante una cena en la terraza de Meudon y en julio ya estaba grave nuevamente. Murió un 21 de julio poco antes de cumplir 24 años.Estaba embarazada al fallecer. Felipe de Orléans, regente de Francia, lloró tanto que muchos temían que se suicidara tras la muerte de su adorada hija. Esta tragedia le trastornó tanto que 4 años después, un 2 de diciembre de 1723, el regente murió.
Cecilia Ruiz de Ríos
A menudo solamente se suele mencionar la bulimia de la recordada princesa Diana como único ejemplo de trastornos alimentarios entre "azules"(léase nobles y realeza), pero en la historia de Francia, una sobrina-nieta del fabuloso monarca Luis XIV figura entre las personas más trastornadas de la historia ,
llegando a ser considerada como una genuina Messalina gala.
Todo comenzó mal cuando a Luis XIV se le ocurrió casar al único varón de su hermano homosexual Philippe con una hija bastarda que él tuvo como producto de sus retozos con la hermosa e intrigante Athenais de Montespán. El sobrino del Rey Sol debió obedecer a su regio tío casándose con su deforme y espuria prima, Francisca María, quien además de tener serios defectos físicos era egoísta, soberbia y haragana. Entre 1673 y 1716 Francisca María le parió a su esposo Felipe(futuro regente de Francia a la muerte del Rey Sol)8 muchachos, estando entre esta numerosa prole María Luisa, quien nació en 1695.Francisca María nunca fue buena madre y se negó a tener nada que ver con los hijos que tuvo, alegando que para eso habían numerosas ayas y criadas. En manos de sirvientas mañosas, Ma. Luisa fue creciendo díscola, agresiva y caprichosa, encontrando consuelo en la comida excesiva como compensación a la falta de atención de su mamá. Felipe, el padre de Ma. Luisa, trató de compensar la falta de afecto siendo un padre divertido y cariñoso, pero ya el daño estaba hecho.
A los 6 años de edad, Ma. Luisa enfermó tan gravemente que los medicuchos que la atendieron llegaron a darla por muerta. Arrecho ante la incompetencia de los galenos, Felipe, quien era muy erudito, brillante y letrado, echó a los charlatanes del dormitorio de su hija y él mismo logró que Ma. Luisa recuperara su salud. Felipe personalmente guisó platos nutritivos, le consiguió leche de yegua y cuando la niña se recuperó, procedió a mimarla de forma pavorosa. A los 14 años, Ma. Luisa ya tenía su propia corte de damitas en el Palais Royal. Gastaba sumas astronómicas en cosméticos, perlas, trajes y perfumes, pero no era muy adicta al baño. Viéndole convertirse en una guapa adolescente, su mamá comenzó a tramar para buscarle un buen marido y fijó sus ojos en Carlos, el Duque de Berry, nieto del Rey Sol. Luis XIV inicialmente objetó afirmando que si Ma. Luisa engordaba mucho podría no tener capacidad reproductiva. Ma. Luisa entonces se sometió a una dieta tan rigurosa que botó más de 30 libras en pocos meses, quedando más floja que una bolsa de agua.La esperada boda por fin se dio en julio de 1710 en la nueva capilla que Luis XIV había construido en su hermoso Versalles. El día de la boda, Ma. Luisa se convenció una vez más que su madre era una desalmada. Francisca María le quiso arrebatar a su hija unos aretes de diamantes que Felipe le había obsequiado como regalo de bodas.
Carlos, el marido de Ma. Luisa, era muy alegre pero obviamente carecía de grandes luces en la sesera. Sabía montar, cazar, despilfarrar dinero en la mesa de juegos y comer bien.Ma.Luisa lo odió a primera vista y no se abstenía de hacérselo saber.Luis XIV continuamente regañaba al joven matrimonio por sus perennes y aparatosas peleas,y en 1711 Ma. Luisa ya estaba pipona por fin. Las hormonas del embarazo le sacaron las peores pulgas a Ma. Luisa, quien solo vivía rezongando. Felipe se convirtió en casi la sombra de su hija, experimentando en la cocina con nuevos platos para poderla complacer. Las lenguas se desataron afirmando que entre Felipe y su hija había algo más que devoción filial. El chisme le llegó al rey, quien en un viaje exigió que Ma. Luisa fuera con él. A pesar que el médico prohibió ese viaje, Ma. Luisa debió obedecer, y tras un accidente en lancha, la niña que llevaba en el vientre nació muerta. Luis XIV se sintió bastante culpable y cambió en su actitud hacia ella. Posteriormente, Ma. Luisa no habría de tener buen resultado de ninguno de sus embarazos. Se dedicó a cultivar el talento por la música que heredó de su papá, y llegó a ser buena al clave, componiendo y cantando. También se dedicaba a la cacería, se convirtió en una ludópata y continuó comiendo como chancha. Carlos, su marido, no sabía qué hacer con ella. Sintió unos celos espantosos de su suegro, quien siempre estaba con ella. Carlos se involucró en un sórdido affaire con una mucama, y Ma. Luisa aprovechó para llevarse a la cama a un mozalbete de los establos, el Sr. de la Haye. Carlos se enfureció más de oír a su mujer hablar de lo bien dotado por la naturaleza que estaba su amante, y la amenazó con meterla a un convento si seguía de disoluta.El 26 de abril de 1714 Carlos se cayó de un caballo y se murió varios días más tarde.Ma. Luisa era una viuda embarazada de 18 años de edad.La niña que nació prematura solo vivió 12 horas.
Al morir Luis XIV en 1715, el papá de Ma. Luisa se convirtió en regente de Francia para mientras Luis XV crecía y udiera sumir el trono. Sin hijos ni marido que la detuviera, Ma. Luisa se convirtió en la compinche de las correrías de papi. Felipe llegaba a cenar con ella y sus amantes en el palacio de Luxemburgo.Ma. Luisa se aficionó al vino y derrochaba grandes sumas en apuestas.En las noches, bailarines de la ópera danzaban desnudos y Ma. Luisa participaba con ellos en orgías al estilo romano.La comenzaron a llamar "Princesa Gordiflona" pues a los 20 años parecía elefante pichón.Se levantaba a las 12 del día y trasnochaba todos los días.Pasaba horas enteras comiendo, y para poder seguir, hacía que una criada le introdujera una pluma en la garganta para estimular el vómito. En 1716 Ma. Luisa se enamoró violentamente de un teniente llamado Armand D´Aydie, Conde de Riom. Era gordo y con unas espinillas faciales que le pudieron haber ganado el apodo de Cara de Pizza, pero Armand era muy bien dotado por la naturaleza en las menudencias, algo que fascinaba a Ma. Luisa.Ma. Luisa estaba tan infatuada que se casó en secreto con él en otoño de 1716, y aprovechando tanta devoción, Armand la convirtió en su esclava.La maltrataba en público, mo la dejaba frecuentar a sus amigas y la azotaba en la cama.Ma. Luisa se hizo neurótica y habiendo sido atea en la adolescencia, comenzó a mostrar más interés en la religión. A veces visitaba un convento de monjas carmelitas, donde se autoflagelaba, rezaba y lloraba, solo para irse inmediatamente a sus placeres cortesanos. Armand presionaba a Ma. Luisa para que hiciera público su matrimonio, pero Felipe, considerando ese matrimonio como una terrible mésalliance, les prohibió desempolvar el secreto. En 1718 Ma. Luisa estaba embarazada de nuevo, pero siguió consumiendo cantidad navegables de licor. A inicios de 1719 su salud se deterioró tanto que se temió por su vida, pero el sacerdote se negaba a administrar la extrema unción mientras el odiado marido estuviera presente. Felipe se sacó de encima a Armand enviándolo a España con su regimiento.Tras parir otra niña muerta, Ma. Luisa se recuperó poco a poco. Poco después pescó un aire frío durante una cena en la terraza de Meudon y en julio ya estaba grave nuevamente. Murió un 21 de julio poco antes de cumplir 24 años.Estaba embarazada al fallecer. Felipe de Orléans, regente de Francia, lloró tanto que muchos temían que se suicidara tras la muerte de su adorada hija. Esta tragedia le trastornó tanto que 4 años después, un 2 de diciembre de 1723, el regente murió.
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