LA DAMA DE LA LAMPARA: FLORENCE NIGHTINGALE
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace poco que volví a ver a Ernestina, la hermosa enfermera que me ayudó a traer al mundo a mi hija, me protestó por no haber mencionado en mis artículos a la inglesa Florence Nightingale, la dama de la Làmpara, y madre de la enfermería moderna. Hoy 12 de mayo que se conmemora en Día de la Enfermera y un aniversario más del natalicio de Nightingale, rendiré el charro a una de las mujeres más valientes, trabajadoras y abnegadas de la historia.
Florence vino al mundo en Florencia, Italia, hija de ingleses, en un 12 de mayo de 1818, pero siendo ella muy chica la familia retornó a Inglaterra. Siendo miembros de una rama adinerada del clan familiar, Florence tuvo una infancia relativamente feliz, aunque su salud no fue muy buena. Era muy aficionada a la lectura y su fe religiosa se formó desde muy niña, por lo cual no es de extrañarse que posteriormente Florence afirme que un 7 de febrero de 1825 Dios le hizo un llamado estando en Embley, para que sirviera s Su causa.
Florence inicialmente no sabrá exactamente cómo servir, y como jovencita tiene las distracciones normales de una chica de sociedad en el siglo pasado. En 1842 Florence conoce al hombre que será el gran amor de su vida y con quien escogerá no casarse porque en aquellos entonces la dama casada no podía tener una carrera. Richard Monckton Miles, quien es el afortunado macho en quien se fija Florence, no comprende como ella, quien nació con cuchara de oro en la boca, pueda querer una vida de sacrificios como si fuera una monja.
Dado que la enfermería goza de muy mala reputación en tiempos de la juventud de Florence, su familia casi padece un infarto colectivo cuando la joven anuncia que quiere dedicarse al cuido de los desvalidos. Al ver la resistencia de su gente, Florence comienza a aprender de forma autodidacta sobre básicos de enfermería y procedimientos de hospital. Para 1846, Miles insiste en pedirla en matrimonio y la acosa hasta el fastidio. Florence, atosigada por el pobre hombre, le suena un estruendoso NO.
En 1849 Florence se va a un viaje por el Nilo, tratando de capear un colapso nervioso. Al regreso de esta gira Florence visitó la Institución Kaiserwerth en las inmediaciones del Rìo Rin y escribe un panfleto sobre su visita a esta entidad.En marzo de 1851 Florence afirma haber sido llamada por Dios nuevamente, y decide vivir aparte de su familia. Su padre capitula y le asigna una anualidad de 500 libras esterlinas)unos 40 a 50 mil dólares de hoy. En 1853 Florence entra como residente como superintendente del Establecimiento para Mujeres Durante
Dolencias No.1.
Cuando estalla el conflicto que se desarrollará hacia la Guerra de Crimea, Inglaterra, Francia y Sardinia entran a apoyar a Rusia contra los turcos. Florence afirma que Dios le indica que debe ir a socorrer a los soldados heridos de esta absurda guerra. Sidney Herbert, quien a estas alturas del campeonato es el Secretario de Guerra inglés, le solicita a Florence que junte a unas 38 enfermeras y salgan raudas hacia Turquía al Hospital Barraca. Florence aprovecha para demostrar que las mujeres no temen a integrarse a estructuras militares.
Florence acaba considerada como heroína tras haber atendido a muchos soldados, velando a la luz de una lámpara al lado de sus lechos de convalescientes. Pero Florence enferma de tifus y cuando en julio de 1855 la Guerra de Crimea termina, Florence regresa a casa débil y cansada. La reina Victoria insiste en conocer a Florence y ésta habla con la gordita soberana y el príncipe consorte Alberto sobre su experiencia de guerra. La rebelión Sepoy en la India estalla poco después, y Florence se ocupa de los problemas de sanidad que se dan en este enorme país que está bajo el yugo inglés. El proyecto de dar buenos standards de salud a los hindùes se convierte en una obsesión para Florence, quien poco despuès de comenzar a trabajar en tan ambicioso esfuerzo se enferma.
En 1857 le diagnostican lo que hoy se llama PTSD)desorden de stress de post'trauma). Florence se ve obligada a permanecer en cama, y recibe a visitantes solo con cita previa. Tras su retorno de Crimea al parecer no quiere hacer ninguna apariencia pùblica. Para ayudar a vender sus ideas, ella inventa los graficos. Recibe otra propuesta de boda, esta vez de Sir Harry Verney, quien está loco por ella. Pero Florence lo rechaza con suavidad. Verney acaba casándose con otra, Parthenope)hermana de Florence). Florence publica un librito llamado Apuntes de Enfermería y se convierte en una especie de biblia de los trabajadores de la salud. En 1861 Florence ya le ha agregado una seccion sobre el cuidado de los bebés. El dinero ganado con las ventas de este libro fue el único salario que recibió en toda su vida.
En 1859, un 24 de junio ve la apertura del Colegio de Entrenamiento de Enfermeras Nightingale, y se convierte en todo un éxito. En 1860 Florence afirma haber recibido la última llamada de Dios. Los oficiales del ejercito gringo le piden a Florence consejos para el cuidado de los enfermos y heridos en la Guerra Civil. Florence casi tenía lista la maleta para ir a ayudar a los gringos cuando se enferma y hasta se teme por su vida. En 1861 no puede caminar, y no lo hará por 6 años más. Aún así, no cesa de trabajar desde su lecho.
Crea un sistema de cuidados intensivos, barracas para soldados casados, hospitales para los locos y en 1864 se muda al número 35 de la calle Sur de Londres, donde vivirá el resto de su vida. Sigue trabajando en como prevenir la mortalidad materna y asuntos de salud pública, pero sufre otro colapso y casi no se puede concentrar. En 1872 el fundador de la Cruz Roja Henri Dunant afirma que las ideas y el ejemplo de Florence han influido en sus ideas y proyectos. Entre 1874 y 1875 pierde a sus padres,y Parthenope, la hermana de Florence, enferma gravemente de artritis.
Florence la cuida tiernamente. En 1887 se organiza la Asociación de Enfermeras Britànicas, pero el destino golpea a Florence a través de la muerte de su hermana. En 1890 la compañía gringa de Thomas Alva Edison graba su voz en un cilindro. Para 1896 Florence ya no sale de su dormitorio, y le cuesta leer y escribir.
En noviembre de 1902 el rey inglés Eduardo VII le otorga la Orden del Mérito, primera vez que se la dan a una hembra. El 13 de agosto de 1910, Florence se duerme después de almorzar muy poco y nunca se despierta más. La corona inglesa ofrece enterrarla junto a los reyes y genios en la Abadía de Westminster, pero la familia declina el honor y Florence va a parar a la cripta familiar de East Wellow, siendo su féretro cargado por 6 sargentos ingleses.
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