EL ADORADO LOCO LUIS DE BAVIERA
Cecilia Ruiz de Ríos
Uno de los monarcas más idolatrados de la historia indudablemente ha sido Luis II de Baviera, llamado "Loco Luis" por sus rarencias y pasión por las artes.
Un 25 de agosto de 1845 vino al mundo en Nymphenburgo, palacio veraniego cerca de Munich, en el seno de la dinastía de los Wittelsbach(en la cual ya se habían producido sus cuantos escándalos y lunáticos de atar como la princesa Alexandra que juraba que se había tragado un piano entero). El abuelo de Luisito, Luis I de Baviera, ya había salpicado de lodo el honor familiar al adjudicarse de querida titular a la licenciosa bailarina Lola Montez, y esto había ocasionado su abdicación a favor de Maximiliano I, papá de Luisito. La madre de Luisito nunca quiso chinearlo y el muchacho fue más apegado a su aya que a sus padres. Luisito era un chico retraído y soñador, pero en una ocasión pescó una rabieta espantosa que lo motivo a un intento de ahorcamiento de su hermano menor Otto por medio de un pañuelo. La pasión de Luisito por las artes se manifestó desde muy temprana edad, pero fue en mayo de 1861 cuando el joven se enamoró de una vez por todas de la ópera al ver la obra Lohengrin de Ricardo Wagner. A los 18 años de edad, Luisito vio morir a su padre un 10 de marzo y no le quedó más remedio que tomar las riendas del país. El populacho de Baviera se enamoró a primera vista de este joven elegante, hermoso y dulce.
Una de las primeras cosas que hizo Luisito como rey fue llamar a su ídolo Ricardo Wagner a su lado con el propósito de beneficiarlo con uno de los mecenazgos más generosos de la historia. Luisito estaba violentamente infatuado con Wagner, quien a estas alturas ya tenía negra hitoria como sopapeador de mujeres, traidor, mal marido, peor padre, mala paga y bochinchero de cuidado. Ya había abandonado a su primera mujer y no dudaba en arrebatarle las esposas hasta a sus benefactores. La llamada de Luisito fue la oportunidad para que Wagner se le pegara como sanguijuela para sacar el mayor provecho posible d la adoración del rey muchacho, quien a estas alturas del campeonato era un homosexual sin retorno. El enamorado Luisito le compró una casa en Munich a Wagner, le dio los fondos para construir la sede Haus Wahnfried en Bayreuth y lo mantuvo en gran lujo. Wagner hacía que el rey se vistiera de caballero del Cisne antes de llevarlo al lecho. Los consejeros de Luisito estaban espeluznados ante la voracidad pecuniaria de Wagner, quien incluso mandó a su amante Cósima Liszt(por cierto l esposa de su benefactor Hans von Bulow) a pedirle reales a Luisito. Los pobladores de Baviera, traumatizados por el feo asunto del abuelo de Luisito con Lola Montez, hervían de indignación al ver a Wagner aprovechándose de su rey. Luisito entonces procedió a sugerirle a Wagner que se fuera a Suiza, sitio donde él enviaría siempre una buena suma de dinero.
El primero de enero de 1867 Luisito anunció que se casaría con la princesa Sofía, hermana de la célebre Sissy Emperatriz de Austria. Los súbdito se regocijaron, pero esta boda primero fue aplazada y luego descartada por completo, quedando Sofía vestida y alborotada cuando Luisito le escribió que la amaba como hermana nomás. Tres meses después de la última fecha fijada para la frustrada boda, Luisito conoció a un prusiano alto de ojos azules y cabellos rubios llamado Richard Hornig, quien era mozo de cuadra de los establos reales. Este Richard no fue un mero aprovechado, sino que se enamoró profundamente del galante rey, compartieron el amor por los caballos, la naturaleza y el arte y solían pasear tomados de la mano por castillos y lagos a la luz de la luna. Luisito lo nombró Maestro de caballeriza y Transporte, y muchas veces Richard actuó de mensajero entre Luisito y sus ministros, cosa que era muy criticada. Richard Hornig había aplacado con su presencia el dolor de 8 años de separación física entre Wagner y Luisito.
Luisito como estadista probó ser más sagaz y capaz de lo que muchos admiten. Sin su consentimiento, Otto von Bismarck no hubiera podido unificar Alemania ni hubiera sido posible el triunfo de los germanos en la Guerra Franco-Prusiana, dado que en este conflicto Baviera apoyó con tropa a los prusianos. Luisito a nivel personal se sentía un poco asqueado ante el escándalo que protagonizó su amado Wagner al quitarle la mujer a Hans von Bulow para luego casarse con ella. También estaba preocupado por la salud de su hermano menor Otto, quien podría haber ayudado a Luisito pero que cada día iba de mal en peor con ataques de locura durante los cuales le daba por morder, caminar a cuatro patas y ladrar como perro. Para colmo de males Richard Hornig se casó durante una de las ausencias de Luisito, y el rey se sintió traicionado. Fue a visitar de incognito a Richard Wagner en Haus Wahnfried y en enero de 1881 Wagner y Luisito vieron juntos la ópera Lohengrin. Cenaron juntos y lloraron mucho. Fue la última vez que se vieron, pues el 13 de febrero de 1883, Wagner moría en Venecia de un infarto. Wagner fue sepultado en Bayreuth, donde un acongojado Luisito visitó secretamente su tumba para llorar una vez más.
Ya para entonces, Luisito comenzaba a tener alucinaciones y otros problemas mentales. En su diario se reflejaban estas anomalías. Se sentía acosado por sus funcionarios, que olvidaban que cuanto mecenazgo se había hecho en el pasado provenía del dinero personal del rey y no del erario de Baviera. Los ministros se voltearon contra Luisito acusándole de derroche y mala administración, cuestionando su capacidad para reinar y hasta hablando mal de su vida privada. El 7 de junio de 1886 se llevó a cabo el complot contra el rey en Munich. El gobierno, tras un día de discusiones y misas negras, decidió que Luisito no podía reinar y que el regente sería el príncipe Luitpoldo. Aconsejaron Luisito que huyera hacia Autria, pero él se negaba a hacerlo. Afirmaban que Luisito quería suicidarse y varios doctores montaron guardia, mientras el monarca protestaba que no era posible que lo declararan loco si no lo habían examinado. A las 4 de la mañana del 11 de junio Luisito abordó su coche solo rumbo a Berg. Acompañado por el Dr. Gudden, Luisito se fue a la cama. El 13 de junio, tra haber cenado solo, Luisito y Gudden salieron a dar una caminata.Cai a medianoche los cuerpos de Gudden y el rey fueron hallados a la orilla del lago. Los restos de Luisito fueron llevados a Munich, donde miles de alemanes lloraron al rendirle el último adiós. Nunca se supo si Gudden asesinó a Luisito o qué sucedió exactamente. El cuerpo del rey fue enterrado en la Iglesia de San Miguel.
Cecilia Ruiz de Ríos
Uno de los monarcas más idolatrados de la historia indudablemente ha sido Luis II de Baviera, llamado "Loco Luis" por sus rarencias y pasión por las artes.
Un 25 de agosto de 1845 vino al mundo en Nymphenburgo, palacio veraniego cerca de Munich, en el seno de la dinastía de los Wittelsbach(en la cual ya se habían producido sus cuantos escándalos y lunáticos de atar como la princesa Alexandra que juraba que se había tragado un piano entero). El abuelo de Luisito, Luis I de Baviera, ya había salpicado de lodo el honor familiar al adjudicarse de querida titular a la licenciosa bailarina Lola Montez, y esto había ocasionado su abdicación a favor de Maximiliano I, papá de Luisito. La madre de Luisito nunca quiso chinearlo y el muchacho fue más apegado a su aya que a sus padres. Luisito era un chico retraído y soñador, pero en una ocasión pescó una rabieta espantosa que lo motivo a un intento de ahorcamiento de su hermano menor Otto por medio de un pañuelo. La pasión de Luisito por las artes se manifestó desde muy temprana edad, pero fue en mayo de 1861 cuando el joven se enamoró de una vez por todas de la ópera al ver la obra Lohengrin de Ricardo Wagner. A los 18 años de edad, Luisito vio morir a su padre un 10 de marzo y no le quedó más remedio que tomar las riendas del país. El populacho de Baviera se enamoró a primera vista de este joven elegante, hermoso y dulce.
Una de las primeras cosas que hizo Luisito como rey fue llamar a su ídolo Ricardo Wagner a su lado con el propósito de beneficiarlo con uno de los mecenazgos más generosos de la historia. Luisito estaba violentamente infatuado con Wagner, quien a estas alturas ya tenía negra hitoria como sopapeador de mujeres, traidor, mal marido, peor padre, mala paga y bochinchero de cuidado. Ya había abandonado a su primera mujer y no dudaba en arrebatarle las esposas hasta a sus benefactores. La llamada de Luisito fue la oportunidad para que Wagner se le pegara como sanguijuela para sacar el mayor provecho posible d la adoración del rey muchacho, quien a estas alturas del campeonato era un homosexual sin retorno. El enamorado Luisito le compró una casa en Munich a Wagner, le dio los fondos para construir la sede Haus Wahnfried en Bayreuth y lo mantuvo en gran lujo. Wagner hacía que el rey se vistiera de caballero del Cisne antes de llevarlo al lecho. Los consejeros de Luisito estaban espeluznados ante la voracidad pecuniaria de Wagner, quien incluso mandó a su amante Cósima Liszt(por cierto l esposa de su benefactor Hans von Bulow) a pedirle reales a Luisito. Los pobladores de Baviera, traumatizados por el feo asunto del abuelo de Luisito con Lola Montez, hervían de indignación al ver a Wagner aprovechándose de su rey. Luisito entonces procedió a sugerirle a Wagner que se fuera a Suiza, sitio donde él enviaría siempre una buena suma de dinero.
El primero de enero de 1867 Luisito anunció que se casaría con la princesa Sofía, hermana de la célebre Sissy Emperatriz de Austria. Los súbdito se regocijaron, pero esta boda primero fue aplazada y luego descartada por completo, quedando Sofía vestida y alborotada cuando Luisito le escribió que la amaba como hermana nomás. Tres meses después de la última fecha fijada para la frustrada boda, Luisito conoció a un prusiano alto de ojos azules y cabellos rubios llamado Richard Hornig, quien era mozo de cuadra de los establos reales. Este Richard no fue un mero aprovechado, sino que se enamoró profundamente del galante rey, compartieron el amor por los caballos, la naturaleza y el arte y solían pasear tomados de la mano por castillos y lagos a la luz de la luna. Luisito lo nombró Maestro de caballeriza y Transporte, y muchas veces Richard actuó de mensajero entre Luisito y sus ministros, cosa que era muy criticada. Richard Hornig había aplacado con su presencia el dolor de 8 años de separación física entre Wagner y Luisito.
Luisito como estadista probó ser más sagaz y capaz de lo que muchos admiten. Sin su consentimiento, Otto von Bismarck no hubiera podido unificar Alemania ni hubiera sido posible el triunfo de los germanos en la Guerra Franco-Prusiana, dado que en este conflicto Baviera apoyó con tropa a los prusianos. Luisito a nivel personal se sentía un poco asqueado ante el escándalo que protagonizó su amado Wagner al quitarle la mujer a Hans von Bulow para luego casarse con ella. También estaba preocupado por la salud de su hermano menor Otto, quien podría haber ayudado a Luisito pero que cada día iba de mal en peor con ataques de locura durante los cuales le daba por morder, caminar a cuatro patas y ladrar como perro. Para colmo de males Richard Hornig se casó durante una de las ausencias de Luisito, y el rey se sintió traicionado. Fue a visitar de incognito a Richard Wagner en Haus Wahnfried y en enero de 1881 Wagner y Luisito vieron juntos la ópera Lohengrin. Cenaron juntos y lloraron mucho. Fue la última vez que se vieron, pues el 13 de febrero de 1883, Wagner moría en Venecia de un infarto. Wagner fue sepultado en Bayreuth, donde un acongojado Luisito visitó secretamente su tumba para llorar una vez más.
Ya para entonces, Luisito comenzaba a tener alucinaciones y otros problemas mentales. En su diario se reflejaban estas anomalías. Se sentía acosado por sus funcionarios, que olvidaban que cuanto mecenazgo se había hecho en el pasado provenía del dinero personal del rey y no del erario de Baviera. Los ministros se voltearon contra Luisito acusándole de derroche y mala administración, cuestionando su capacidad para reinar y hasta hablando mal de su vida privada. El 7 de junio de 1886 se llevó a cabo el complot contra el rey en Munich. El gobierno, tras un día de discusiones y misas negras, decidió que Luisito no podía reinar y que el regente sería el príncipe Luitpoldo. Aconsejaron Luisito que huyera hacia Autria, pero él se negaba a hacerlo. Afirmaban que Luisito quería suicidarse y varios doctores montaron guardia, mientras el monarca protestaba que no era posible que lo declararan loco si no lo habían examinado. A las 4 de la mañana del 11 de junio Luisito abordó su coche solo rumbo a Berg. Acompañado por el Dr. Gudden, Luisito se fue a la cama. El 13 de junio, tra haber cenado solo, Luisito y Gudden salieron a dar una caminata.Cai a medianoche los cuerpos de Gudden y el rey fueron hallados a la orilla del lago. Los restos de Luisito fueron llevados a Munich, donde miles de alemanes lloraron al rendirle el último adiós. Nunca se supo si Gudden asesinó a Luisito o qué sucedió exactamente. El cuerpo del rey fue enterrado en la Iglesia de San Miguel.
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