Heliogabalo: El Cesar más aparatoso y depravado
Cecilia Ruiz de Ríos
Ricardo, uno de mis alumnos favoritos, el otro día me comentaba que casi todos los emperadores romanos eran "locos y dañinos como ellos solos" y desglosando uno por uno, francamente que el muchacho no deja de tener razón. Pero pocos se comparan con el adolescente sirio llamado Varius Avitus Bassianus, a quien conocemos más como Heligábalo.
Esta muchachito era sobrinito del otro loco de atar, el breve Caracalla quien estuvo en este mundo desde 188 a 217. este tal Caracalla amaba con pasión insana a su madre y se deshizo de su propio hermano menor para reinar, así que a como dicen los veterinario "de casta le viene al perro." En 218, cuando Heliogábalo ya tenía catorce años y pasaba buena parte del tiempo torturando sirvientas y dándose más cran que una manigueta de tocadisco viejo(léase masturbándose), su mamacita Julia Soaemias junto con su amante de turno tramaron en conjunto con la abuelita del muchacho(Julia Maesa) para garantizarle el trono y poder mandar a través de él. Una vez sentado en el real taburete, Heliogábalo le asesinó al amante a su madre y dejó el gobierno imperial en manos de su adorada abuelita.
El cambio de nombre de Varius Avitus a Heliogábalo se debió a que este joven antes de ser emperador fue un sumo sacerdote de la deidad El-Gabal, posiblemente el dios sol sirio Baal. Este era un culto fálico, y el pobre sol era adorado como un gran y negro meteorito flanqueado por dos colosales falos negros a la entrada del templo de Emesa. Hizo un loco intento de que el culto solar se hiciera uno mayoritario entre los romanos, quienes comenzaron a detestarlo desde que se le ocurrió semejante trastada. Hizo construir uno enorme templo en la Loma Palatina de Roma, llevando la reliquia oscura de Baal en un carretón repleto de oro y piedras preciosas.Para colmo, una vez hecho el templo, se le ocurrió a Heliogábalo casar a su dios con una deidad femenina. En el año 220 no tuvo mejor idea que meterse en el santuario secreto de Vesta y proceder a violar a Aquilia Severa, una castísima virgen vestal. Aunque la ley romana dictaba que quien copulara con una virgen vestal la remitía a muerte segura al ser enterrada viva, Heliogábalo se casó con Aquilia, expresando su deseo de tener hijos casi divinos con ella. Esta relación habría de acabar en divorcio poco después, pero en el año 222 Heliogábalo volvió a llevársela a casa.
Como sumo sacerdote de Baal, Heliogábalo practicaba el sacrificio.Mató miles de cabezas de ganado y ovejas, las dispuso sobre altares y las regaba con buen vino.Luego bailaba en torno de los altares al ritmo de címbalos, flautas y tambores en una sola alharaca.heliogábalo se vestía solo con finos ropajes de seda bordados con oro, manifestando odio por ropas romanas que eran de lana o algodón barato. Prefería vestirse de mujer, se pintaba ojos y mejillas con coloretes y tintes raros, se depilaba todo el cuerpo y se perfumaba más que meretriz en oferta. En una ocasión Heliogábalo quiso autocrastrarse, pero desistió de la idea para conformarse con la circumcisión nada más. Como travesti era el objeto de burlas de todos, y su bisexualidad lo llevó a extremos increíbles. Era zanganísimo, coleccionando efebos de todo origen, y entre sus actividades favoritas estaba que lo azotaran y arrastraran antes de practicar la sodomía. Heliogábalo mostraba encantado las huellas físicas de estos maltratos, luciendo no solo chupetes y cardenales con orgullo, sino que en varias ocasiones de exhibió desnudo después de una tanda de azotes. Heliogábalo además era abonado de los más notorios burdeles, llegando a ofrecerse como prostituto él mismo. Heliogábalo se paraba en la puerta del burdel a llamar con voz meliflua y silbidos de lora a los transeúntes, invitándoles a retozar en el lecho con él. Heliogábalo también construyó baños públicos donde se propiciaban todo tipo de orgías y aberraciones. Heliogábalo exigía que sus amantes varones estuvieran muy bien dotados por la naturaleza, y pronto sus amantes predilectos fueron elevados a cargos públicos de gran importancia. Con un rubio esclavo, Hierocles, Heliogábalo hasta se sometió a una ceremonia nupcial, tan inftuado con el luchacho estaba. Heliogábalo además tuvo todo un rosario de concubinas, siendo sus esposas Julia Cornelia Paula, la ex vestal Aquilia Severa y Annia Faustina, pariente del también degenerado emperador Cómodo.
La megalomanía de Heliogábalo no conocía límites, dado que al ser sumo sacerdote y emperador a la vez su ego se inflamaba como esponja en líquido. Desarrolló al máximo su exhibicionismo y depravación, no quería asumir responsabilidad alguna en cuanto a sus súbditos y su procesión de amantes lo muestran como incapaz de sostener una relación amorosa seria y constante. No soportaba críticas y cualquier reseña podría significar tortura y muerte para quien la emitiera.Como personalidad narcisista, nadie le ganaba a este adolescente. El estilo de vida del muchacho enfureció tanto a los militares que al verse privados de su salario por varios meses porque Heliogábalo priorizaba sus diversiones y guardarropa, decidieron tomar cartas en el asunto. Lograron persuadir a Heliogábalo para que adoptara a su prima Alejandro (208-235) y lo nombrara sucesor, para que "los deberes terrenales" no le alejaran tanto de sus obligaciones celestiales como dios-sol en la tierra. Pero esto no sirvió de mucho pues en 221 Heliogábalo se enfureció con el amable Alejandro causando que el maltrato de su primo encendiera una revuelta en marzo del 222. Alejandro fue aclamado como emperador, las masas mostraron su odio hacia Heliogábalo y éste no pudo huir. Tenía apenas 18 añitos cuando sus guardias lo tomaron de las mechas y lo ahogaron en el pestilente contenido de una letrina, donde se había refugiado para ver si quedaba vivo para contar el cuento. La odiada madre de Heliogábalo fue eliminada también, y sus cuerpos-el de Heliogábalo cubierto de excremento y moscas- fueron arrastrados por la Ciudad Eterna colgados de garfios. Luego lanzaron estos dos cadáveres al Río Tiber. Algunos de los muchachos que fueron favoritos de Heliogábalo también agarraron terminación de esta macabra lotería, y algunos fueron destripados vivos mientras que a otros les introdujeron hierros candentes por el posterior ante la vista y paciencia de todos, anticipándose por muchísimos años a la muerte de mal distinguiría a otro sodomita célebre(Eduardo II de Inglaterra). Los odiosos falos negros que tanto miedo y a veces risa causaron entre los romanos fueron derribados y remitidos nuevamente a Emesa, de donde nunca dbieron de haber salido
Cecilia Ruiz de Ríos
Ricardo, uno de mis alumnos favoritos, el otro día me comentaba que casi todos los emperadores romanos eran "locos y dañinos como ellos solos" y desglosando uno por uno, francamente que el muchacho no deja de tener razón. Pero pocos se comparan con el adolescente sirio llamado Varius Avitus Bassianus, a quien conocemos más como Heligábalo.
Esta muchachito era sobrinito del otro loco de atar, el breve Caracalla quien estuvo en este mundo desde 188 a 217. este tal Caracalla amaba con pasión insana a su madre y se deshizo de su propio hermano menor para reinar, así que a como dicen los veterinario "de casta le viene al perro." En 218, cuando Heliogábalo ya tenía catorce años y pasaba buena parte del tiempo torturando sirvientas y dándose más cran que una manigueta de tocadisco viejo(léase masturbándose), su mamacita Julia Soaemias junto con su amante de turno tramaron en conjunto con la abuelita del muchacho(Julia Maesa) para garantizarle el trono y poder mandar a través de él. Una vez sentado en el real taburete, Heliogábalo le asesinó al amante a su madre y dejó el gobierno imperial en manos de su adorada abuelita.
El cambio de nombre de Varius Avitus a Heliogábalo se debió a que este joven antes de ser emperador fue un sumo sacerdote de la deidad El-Gabal, posiblemente el dios sol sirio Baal. Este era un culto fálico, y el pobre sol era adorado como un gran y negro meteorito flanqueado por dos colosales falos negros a la entrada del templo de Emesa. Hizo un loco intento de que el culto solar se hiciera uno mayoritario entre los romanos, quienes comenzaron a detestarlo desde que se le ocurrió semejante trastada. Hizo construir uno enorme templo en la Loma Palatina de Roma, llevando la reliquia oscura de Baal en un carretón repleto de oro y piedras preciosas.Para colmo, una vez hecho el templo, se le ocurrió a Heliogábalo casar a su dios con una deidad femenina. En el año 220 no tuvo mejor idea que meterse en el santuario secreto de Vesta y proceder a violar a Aquilia Severa, una castísima virgen vestal. Aunque la ley romana dictaba que quien copulara con una virgen vestal la remitía a muerte segura al ser enterrada viva, Heliogábalo se casó con Aquilia, expresando su deseo de tener hijos casi divinos con ella. Esta relación habría de acabar en divorcio poco después, pero en el año 222 Heliogábalo volvió a llevársela a casa.
Como sumo sacerdote de Baal, Heliogábalo practicaba el sacrificio.Mató miles de cabezas de ganado y ovejas, las dispuso sobre altares y las regaba con buen vino.Luego bailaba en torno de los altares al ritmo de címbalos, flautas y tambores en una sola alharaca.heliogábalo se vestía solo con finos ropajes de seda bordados con oro, manifestando odio por ropas romanas que eran de lana o algodón barato. Prefería vestirse de mujer, se pintaba ojos y mejillas con coloretes y tintes raros, se depilaba todo el cuerpo y se perfumaba más que meretriz en oferta. En una ocasión Heliogábalo quiso autocrastrarse, pero desistió de la idea para conformarse con la circumcisión nada más. Como travesti era el objeto de burlas de todos, y su bisexualidad lo llevó a extremos increíbles. Era zanganísimo, coleccionando efebos de todo origen, y entre sus actividades favoritas estaba que lo azotaran y arrastraran antes de practicar la sodomía. Heliogábalo mostraba encantado las huellas físicas de estos maltratos, luciendo no solo chupetes y cardenales con orgullo, sino que en varias ocasiones de exhibió desnudo después de una tanda de azotes. Heliogábalo además era abonado de los más notorios burdeles, llegando a ofrecerse como prostituto él mismo. Heliogábalo se paraba en la puerta del burdel a llamar con voz meliflua y silbidos de lora a los transeúntes, invitándoles a retozar en el lecho con él. Heliogábalo también construyó baños públicos donde se propiciaban todo tipo de orgías y aberraciones. Heliogábalo exigía que sus amantes varones estuvieran muy bien dotados por la naturaleza, y pronto sus amantes predilectos fueron elevados a cargos públicos de gran importancia. Con un rubio esclavo, Hierocles, Heliogábalo hasta se sometió a una ceremonia nupcial, tan inftuado con el luchacho estaba. Heliogábalo además tuvo todo un rosario de concubinas, siendo sus esposas Julia Cornelia Paula, la ex vestal Aquilia Severa y Annia Faustina, pariente del también degenerado emperador Cómodo.
La megalomanía de Heliogábalo no conocía límites, dado que al ser sumo sacerdote y emperador a la vez su ego se inflamaba como esponja en líquido. Desarrolló al máximo su exhibicionismo y depravación, no quería asumir responsabilidad alguna en cuanto a sus súbditos y su procesión de amantes lo muestran como incapaz de sostener una relación amorosa seria y constante. No soportaba críticas y cualquier reseña podría significar tortura y muerte para quien la emitiera.Como personalidad narcisista, nadie le ganaba a este adolescente. El estilo de vida del muchacho enfureció tanto a los militares que al verse privados de su salario por varios meses porque Heliogábalo priorizaba sus diversiones y guardarropa, decidieron tomar cartas en el asunto. Lograron persuadir a Heliogábalo para que adoptara a su prima Alejandro (208-235) y lo nombrara sucesor, para que "los deberes terrenales" no le alejaran tanto de sus obligaciones celestiales como dios-sol en la tierra. Pero esto no sirvió de mucho pues en 221 Heliogábalo se enfureció con el amable Alejandro causando que el maltrato de su primo encendiera una revuelta en marzo del 222. Alejandro fue aclamado como emperador, las masas mostraron su odio hacia Heliogábalo y éste no pudo huir. Tenía apenas 18 añitos cuando sus guardias lo tomaron de las mechas y lo ahogaron en el pestilente contenido de una letrina, donde se había refugiado para ver si quedaba vivo para contar el cuento. La odiada madre de Heliogábalo fue eliminada también, y sus cuerpos-el de Heliogábalo cubierto de excremento y moscas- fueron arrastrados por la Ciudad Eterna colgados de garfios. Luego lanzaron estos dos cadáveres al Río Tiber. Algunos de los muchachos que fueron favoritos de Heliogábalo también agarraron terminación de esta macabra lotería, y algunos fueron destripados vivos mientras que a otros les introdujeron hierros candentes por el posterior ante la vista y paciencia de todos, anticipándose por muchísimos años a la muerte de mal distinguiría a otro sodomita célebre(Eduardo II de Inglaterra). Los odiosos falos negros que tanto miedo y a veces risa causaron entre los romanos fueron derribados y remitidos nuevamente a Emesa, de donde nunca dbieron de haber salido
1 comentario:
Muy interesante. Felicitaciones
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