Bienvenidos a El Mundo según Cecilia

Ni en broma ni en serio sino que en ambas formas y gracias a la guìa de mi hija Elizabeth, aquì estoy dando a luz a mi cuarta intervenciòn en Internet, siendo mis anteriores websites www.cablenet.com.ni/historyarte , www.cablenet.com.ni/historia/histoper y www.cablenet.com.ni/rubendario .Soy Cecilia, historiadora y profesora de idiomas tan orgullosamente nicaraguense como nuestro rìo San Juan, tengo 48 años y 27 dìas al momento de comenzar este parto, y es un intento por saltarme la barrera de las censuras, derribar el muro de Berlìn de los convencionalismos gazmoños y evitar que mis aportes se vean entorpecidos por la mediocridad. Aquì encontrarèis mis artìculos sobre historia, mis relatos de terror que sacan tinta de la sangre de los campos de guerra de la Nicaragua violenta de los años80, mis pensamientos filosòficos y mi amor incondicional por los animales. Quizàs sea la màxima expresiòn del egocentrismo militante y el sadismo utilitario, pero os prometo que no estarèis indiferente a nada, que ya es algo en este mundo de tedio y aburrimiento. Pasad adelante y gozad, o a como dicen los "cops" en Estados Unidos: Relax and enjoy it!
Cecilia Ruiz de Ríos
31 de octubre de 2007,Managua


martes, 12 de febrero de 2008

Las peripecias del Honesto Abe


LA LLEGADA DE ABRAHAM LINCOLN A LA PRESIDENCIA
Cecilia Ruiz de Ríos

Aunque yo no pueda votar(porque nunca me dieron la cédula), no paro de soñar con el día en que en nuestro país los comicios electorales lleven limpiamente al poder a alguien como mi adorado Abe(dispensen la confianza, Abraham Lincoln), quien se encargó de emancipar a los negros. No sé si es porque John Lennon dijo en una canción que "women are the niggers of the world"(las mujeres somos los negros del mundo), Abe ha sido una de las figuras que más me han agradado de los presidente gringos.Pero cómo fueron las elecciones que llevaron al gran estadista al poder en 1860?
En primer lugar, las cosas se estaban poniendo color de hormiga en los Estados Unidos debido al asunto de la esclavitud de los negros. Habían muchos que optaban por la abolición de tan horrible mancha social, pero en los estados sureños los morenos sudaban siempre la gota gorda y Dios guarde se hablara de liberar la fuerza de trabajo esclava!
Abraham Lincoln, quien había nacido un 12 de febrero de 1809 en el seno de una familia muy humilde, sabía lo que era luchar por ganarse la vida y buscarse una buena educación. Aunque fue un autodidacta, el destino le tenía reservado un arribo aparatoso a la presidencia de los Estados Unidos... tras muchos sufrimientos. Antes de pensar en la presidencia, Lincoln había calentado taburetes como el de la legislatura estatal de Illinois en 1834 y entre 1847 y 1849 fue miembro de la Cámara de Representantes. En la campaña electoral de 1848 Lincoln había sudado abundantemente para que Zachary Taylor ganara su nominación y posterior presidencia. Sus esfuerzos sin embargo le habían dejado un cierto regusto amargo, distanciándose entonces un poco de la política que hasta ese momento lo había apasionado.
En 1852 Abe tomó parte en la campaña electoral sin mucho entusiasmo, pero en 1854 el asunto de la esclavitud lo sacó de su letargo. En 1856 Lincoln se acercó a los republicanos con cierta desconfianza, ya que anteriormente anduvo en buenas migas con los Whigs. Pero no había llegado la hora para que Abe fuera nominado para presidente y el que se enfrentó al demócrata solterón James Buchanan para luego morder el polvo de la derrota fue un tal John C. Frémont.
Para 1860 el nutrido círculo de amigos estaba urgiendo a Abe para que se lanzara para presidente. Para el 16 de mayo de 1860, al darse la convención republicana en Chicago, ya los chances del flaco barbudo eran mejores que las de otros. A favor de Lincoln también obraría una rencilla que llegó a términos mayores entre los demócratas, dado que al desunirse una facción nombró a John Breckinridge y la otra echó su suerte a favor de John Bell como candidato de lo que se llamó Partido de Unión Constitucional.
Abe contaba con una inmensa simpatía entre los sectores populares, mientras que la oligarquía lo miraba con malos ojos, criticando su porte desgarbado, la falta de apostura de galán romántico(casi un requisito extraoficial para los candidatos), su falta de gusto para escoger sus sombreros de fieltro, y las botas sin lustrar. Otros le echaban en cara su falta de educación formal, su origen humilde, y la ausencia de un currículum rimbombante cuajado de cargos públicos.
Al llevarse a cabo los reñidos comicios en 1860, con mucha gente tirándose de las mechas porque Lincoln no ocultaba sus ideas en contra de la esclavitud, Abraham Lincoln acabó siendo presidente de los Estados Unidos con 1865,593 votos populares y 180 votos electorales, mientras que su rival John C. Breckinridge quedaron a la saga con 848,356 votos populares y 72 votos electorales. El que acabó más sopapeado fue John Bell, quien a pesar de tener apellido de campana se quedó sonando como pito barato con 592,906 votos populares y 39 votos electorales. El que llegó cerca de la jugosa cifra obtenida por el gigantesco Abe fue Stephen A. Douglas, con 1,382,713 votos populares pero apenas 12 votos electorales. Como vicepresidente de Abe quedó Hannibal Hamlin en esta ocasión, pero en 1865 su compañero sería el célebre Andrew Johnson. El 11 de febrero de 1861, un día antes de su natalicio, Lincoln se fue de Springfield para asumir su banda presidencial. rascándose la cabeza, reconoció que le esperaba "una tarea mayor que la que le tocó a George Washington." 7 estados del sur se habían separado de la unión, y los delegados sureños reunidos en Montgomery habían formado un gobierno por separado. Antes de que Abe luciera su huesera en la capital nacional, Jefferson Davis hizo su inauguración como presidente de los Estados Confederados de America, lo cual constituyó una enorme bofetada política contra Abe. Los cuatro estados sureños que aún no se había separado parecían estar a punto de hacerlo, y habían sentimientos encontrados en los estados de Maryland, Kentucky y Missouri. Al arribar a Washington un 23 de febrero, Abe encontró el gobierno national agarrándose la cabeza a dos manos. El erario estaba más ralo que talón de guatuza, y obviamente pocos presidentes gringos llegaban a tomar las riendas en semejante estado de caos. Abe tuvo que entrar a la capital casi a hurtadillas, como ladrón por casa ajena, tras un viaje de medianoche partiendo desde Harrisburg, Pennsylvania. Cuando la prensa se enteró de este episodio, fue atacado sin piedad. Algunos ciudadanos osaron llamarle cobarde y hasta marica. Para colmo, era un rostro virtualmente desconocido entre los ricos. De esta forma, Abraham Lincoln, quien hoy en día es reconocido como uno de los estadistas más humanistas, brillantes y honestos de todos los tiempos, entró casi por la puerta de atrás a la Casa Blanca.Pero la lealtad y respeto que se supo ganar del pueblo norteamericano no solo le garantizaron apodos como "El Honesto Abe", sino que lo catapultaron hacia un segundo término como presidente cuando ganó las elecciones en 1864 por 2,206,938 votos populares y 212 votos electorales, mientras que su rival George McClellan tuvo que conformarse con perder el cojín presidencial con 1,803,787 votos populares y 21 votos electorales a pesar de que había jurado hasta con los deditos de sus pies que sería él y no Lincoln quien pusiera el punto final a la pavorosa Guerra de Secesión.

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