Bienvenidos a El Mundo según Cecilia

Ni en broma ni en serio sino que en ambas formas y gracias a la guìa de mi hija Elizabeth, aquì estoy dando a luz a mi cuarta intervenciòn en Internet, siendo mis anteriores websites www.cablenet.com.ni/historyarte , www.cablenet.com.ni/historia/histoper y www.cablenet.com.ni/rubendario .Soy Cecilia, historiadora y profesora de idiomas tan orgullosamente nicaraguense como nuestro rìo San Juan, tengo 48 años y 27 dìas al momento de comenzar este parto, y es un intento por saltarme la barrera de las censuras, derribar el muro de Berlìn de los convencionalismos gazmoños y evitar que mis aportes se vean entorpecidos por la mediocridad. Aquì encontrarèis mis artìculos sobre historia, mis relatos de terror que sacan tinta de la sangre de los campos de guerra de la Nicaragua violenta de los años80, mis pensamientos filosòficos y mi amor incondicional por los animales. Quizàs sea la màxima expresiòn del egocentrismo militante y el sadismo utilitario, pero os prometo que no estarèis indiferente a nada, que ya es algo en este mundo de tedio y aburrimiento. Pasad adelante y gozad, o a como dicen los "cops" en Estados Unidos: Relax and enjoy it!
Cecilia Ruiz de Ríos
31 de octubre de 2007,Managua


viernes, 8 de febrero de 2008

Le hizo el dedo a Johnson!


Peripecias del Tio Ho, el que trajo la Luz

Eso de los "tíos"en la historia es algo como para que muchos se rasquen la cabeza, y aunque algunos fascistas opinan que el "Tío HO"(léase Ho Chi Mihn), fue tan nefasto como el "Tío Sam" de los Estados Unidos, la figura del poeta y político vietnamita sigue figurando entre mis caudillos predilectos. Mi primer contacto con los escritos de Ho Chi Mihn fue en 1980 a través de un sádico asesor militar vietnamita a quien llamábamos Pop Chin, y cuando me fui a estudiar becada a Francia, varios compañeros de clase me prestaron libros de su poesía. Una de mis experiencias más emocionantes en París fue conocer a la anciana médico Claude Jihan, quien fuera amante del Tío Ho durante su estadía en París a inicios del siglo.
Ho Chi Mihn vino al mundo en una aldea remota en el interior de Vietnam en 1890, y era el hijo de un funcionario de estado que trabajaba para la corte imperial del emperador títere de entonces. Su acta de nacimiento verifica que su nombre original fue Nguyen Sinh Cung. Cuando Nguyen estab chico, su padre renunció a su lucrativo cargo como protesta ante las barbaridades que los extranjeros hacían en Vietnam, y se dedicó a la noble tarea de profesor. Habiendo heredado la rebeldía de su papá, Nguyen participó en revueltas en las cuales se protestaba por el alza de impuestos, la discriminaciones de los franceses hacia los nativos y otras arbitrariedades.
Se ganó una fama colorada como revoltoso. Se leyó de cabo a rabo los tratados sobre la revolución francesa-sobre todo aquello de la igualdad, fraternidad y libertad- y le picaban los pies por irse a Francia a confirmar si de hecho los franceses cumplían en su patria lo que predicaban en escritos. En 1911 su familia ya no lo pudo detener y se fue a Marsella como ayudante en un barco de pasajeros, pagando su pasaje con arduo trabajo. Al arribar con récord de revoltoso, los franceses ya le tenían listo un dossier de policía. Los prejuiciosos oficiales escribieron en el expediente que Nguyen era "de apariencia extraña, flaquetosa y con la boca siempre abierta como un taradito."
En París, trabajó como retocador de fotos, mesero, oficinista y otros puestos menores. Aunque le encantaba la cocina francesa, no podía darse el lujo de ir a sitios como el Maxims pero aprendió a guisar bastante bien. Su único lujo eran los cigarrillos norteamericanos, prefiriendo los Camels o Lucky Strikes por encima de los franceses Gauloises. Ocasionalmente, recogía el dinero para ir a algún concierto de música popular para escuchar a Maurice Chevalier, cuyas encantandoras canciones como la famosa Valentine nunca podría olvidar.
En 1919 Woodrow Wilson arribó a Francia para firmar el tratado que acababa con la I Guerra Mundial. Nguyen, creyendo que Wilson aplicaba lo de la autodeterminación a la política de los pueblos de Asia, consiguió un traje que le quedaba muy mal y trató de presentar a Wilson con una enorme lista de los abusos franceses en Vietnam. Wilson lo mandó al diablo, probando que la autodeterminación es comestible en el primer mundo pero no en el Tercero, y Nguyen abrió de una vez sus oblicuos ojos a la realidad. Nguyen se sumó al recién creado Partido Comunista de Francia, posteriormente explicando que "fue el patriotismo, y no el comunismo de primas a primeras lo que me inspiró..."
Después del encontronazo con Wilson, Nguyen comenzó a viajar por doquier como agente encubierto para Moscú. Se disfrazaba como periodista chino, monje budista, místico coreano y aparecería en Rangoon o Calcutta para luego perderse todo rastro de él. El exceso del fumado ya lo tenía bastante flaco y amarillo cuando se vio complicado con tuberculosis. Esto no impidió que coleccionara tantos alias y apodos como amantes, y eso que a Nguyen le gustaba hacer creer que era casto. En París, la galeno Claudia Jihan-de origen turco- cayó rendida a sus pies abandonando marido y tres hijos por seguirlo y tenerle una niña. Claudia escribió en su diario "Nguyen es el único hombre capaz de hacerme sentir mujer, aunque físicamente no sea un Apolo. Apenas entra, apaga el cigarrillo y me mira no puedo pensar en otra cosa que no sea irme a la cama con él." En 1929 él reunió unos cuantos militantes y formó el Partido Comunista Indochino. Lo de su celibato era una pantalla de humo para vender imagen como impecable y recto, pero recientemente han surgido documentos que afirman que tuvo por lo menos dos esposas y variadas concubinas, entre ellas una chinita. Otra fue una hermosa muchacha que era cuñada del famoso Giap. Esta joven acabaría guillotinada por los franceses.
En 1940 las legiones niponas pasaron como tormenta hacia Indochina y los oficiales franceses estacionados ahí eran leales al gobierno nazi de Vichy, por lo cual colaboraron con los japoneses (recordemos que nazis y nipones para entonces ya eran yuntitas). Nguyen sintió asco y odio por los japoneses, ya que consideraba que no eran mejores que los franceses que durante tanto tiempo desangraron a su patria. Regresando y cruzando la frontera china-su primer regreso a casa después de 3 décadas de ausencia-Nguyen urgió a sus seguidores a luchar tanto contra los japoneses como contra los franceses. Ahí, en un campamento remoto, Nguyen fundó el Viet Mihn(acrónimo para Liga de Independencia de Vietnam). Fue ahí que Nguyen pasó a ser Ho Chi Mihn, en su lengua natal "el que Trae la Luz."
Ho Chi Minh predicó la rebeldía contra la invasión extranjera, fuesen estos japoneses, franceses o gringos. En 1954 se habìa convertido en presidente de Vietnam del Norte tras haber hecho a los franceses morder el agrio polvo de la derrota en Dien Bien Phu. En 1959 habìa organizado la revuelta armada contra Vietnam del Sur. Al escalar el paso de la guerra en la década de los 60, Lyndon B. Johnson comenzó a temer que el hombre a quien llamó "un amarillo ratoncillo" pondría en jaque su presidencia.
En 1965 Johnson quiso abordar diplomáticamente a Ho. Confiaba en que Ho iría corriendo tras él como can cuando le chasquean los dedos para darle un hueso. Pero no calculó que Ho estaba hecho del acero de los valientes, y el "Tío HO" se negó en redondo a hacer concesiones. La novelista Kamala Napurdalah, quien fue su amante en la década de los 40, lo visitó para reiterarle su eterna solidaridad. Cualquier arreglo significaría el tener que aceptar una partición permanente y el tener que abandonar el sueño que él tenía de ver a Vietnam unificada e independiente bajo su bandera. El mismo hombre que en 1946 le había dicho a los franceses que "pueden matar a 10 de mis hombres por cada uno que ustedes pierdan, pero aún así siempre ganaremos" no estaba listo para ser flexible. Aún con los destrozos que su patria sufrió, permaneció apegado a su ideal. Millones de vietnamitas padecieron y murieron en aras del sueño de la independencia. Ho murió un 3 de septiembre de 1969 de un ataque al corazón estando en Hanoi. Tenía 79 años de edad.
Faltaban seis años para que sus batallones entraran en Saigón, y hacía 2 años que le había dado un estruendoso NO a los Estados Unidos. El hombre que dijo que todos teníamos el derecho de vivir en paz aunque para lograrlo tuviera que mediar la guerra no tuvo paz ni lueguito de muerto. Contrariando su deseo de ser cremado y que sus cenizas fueran sepultadas en tres colinas de Vietnam, sus seguidores pusieron su pobre y flaco cadáver embalsamado en un mausoleo copiado de la tumba de Lenín.

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