VENDEPATRIA,ESCANDALOSO Y PATAN: CAROL II DE RUMANIA
Cecilia Ruiz de Ríos
De los cuatro reyes que se sentaron en el taburete real en Rumanía, indudablemente que el menos popular es Carol II con sus mejillas mofletudas, ojos fríos y expresión petulante. Muchos le echan el muerto a este sujeto por la desintegración de la monarquía rumana al inicio de la II Guerra Mundial, mientras que otros le recurdan como el desalmado que le negó atención médica a su enferma progenitora María cuando ésta ya estaba moribunda.
Carol era el hijo mayor de la pareja formada por el rey Ferdinand y su esposa la inglesa María de Edinburgo, quienes llegaron a tener una prole de 6 hijos. Nacido el 3 de octubre de 1893 en Sinaia, fue el primer monarca rumano nacido en Rumanía, ya que los tres anteriores eran fabricados en el extranjero. Fue bautizado en el rito ortodoxo, y apenas comenzó su educación formal dio muestras de ser un estudiante muy aventajado con una personalidad muy extrovertida. Una vez que su tío, el rey Carol I murió el el clavo de ser rey le cayó a Ferdinand, Carol se encuentra a los 21 años como heredero al trono. Simultáneamente entra al senado del parlamento rumano. Durante la I Guerra Mundial, mientras su familia se refugiaba en operativo cusuco en Iasi, Carol optó por desertar del ejército y protagonizar el primero de sus grandes escándalos. Se llevó a su concubina, Ioana "Zizi" Lambrino, hija de un mayor del ejército, y se fueron a casar en secreto en la ciudad de Odessa. Los padres de Carol estaban abochornados, y cuando su mamá le reclamó por su mala conducta, Carol le faltó al respeto mencionándole que todos sabían que ella tenía varios amantes, entre ellos un tal Stirbo de origen noble. Carol fue enviado al monasterio de Horaita-Neamt, donde lo que menos hizo fue rezar, y luego la Corte de Ilfov declaró la nulidad del matrimonio. A pesar de esto, Carol siguió sus grandes francachelas con su querida y así nació Mircea, hijo bastardo de la escandalosa pareja, en 1920. Carol fue enviado de largo viaje para que se le pasara el berrinche de su apego a Ioana Lambrino. Un año después, Carol conocería a Elena, la hija de el rey Jorge de Grecia. Ese año se casaron y el 25 de octubre del mismo año nació Mihai. Las lenguas con la mía a la cabeza susurraron que tan rápido nacimiento solo podría haber sido posible mediante un alegre traveseo de la princesa antes que amarraran la boda.Poco después del nacimiento del niño las relaciones entre Carol y su esposa se enfriarían tanto que Carol llegaría a renegar de haberse casado con ella.
Poco después de tirarse la vajilla entera Carol y Elena, este hombre iba a conocer el amor con A mayúscula en la personita de Elena"Magda" Lupescu, una mujer que además de ya ser muy comprometida, gozaba de una fama más negra que la de una Mesalina. Vulgar, dicharachera, estruendosa y atrevida, Magda logrará que Carol sienta una pasión galopante y por eso dominará por completo su vida. Magda meterá sus uñudas manitos en la política de Rumanía, será la mujer a quien le pidan favores y cuando no está haciendo diablos de zacate en Rumanía, se lleva a su regio amante a vivir a París bajo el nombre de Carol Caraiman y le cría una adicción por juegos morbosos que incluyen látigos de cuero negro y bragas sin fondo. Ferdinando está tan iracundo ante el comportamiento de su hijo que le retira los privilegios y nombra sucesor al niño Mihai. Cuando en 1927 muere Ferdinando, Mihai acaba siendo rey de Rumanía y se forma una regencia para asistir al muchacho hasta que cumpla 21 años. En 1930 Carol regresó a Bucarest y dos días después de su arribo, Carol es proclamado rey de Rumanía ante el parlamento. La situación política en el país le favorecía, pues su difunto padre había introducido el voto universal, promoviéndose así la formación de partidos políticos.Existiendo partidos políticos, era lógico que hubiese rebatiñas que debilitaron al país, y muchos veían a Carol como la última esperanza para unificar criterios y acabar con tanta tiradera de mechas. Carol II había prometido al primer ministro dejar a Magda, pero al fin y al cabo no lo haría. Carol II hizo repatriar a su querida y echó del país a la reina Elena en un fabuloso despliegue de patanería y crueldad. Entre 1930 y 1940 reinó Carol II, promoviendo el crecimiento económico, pero Carol II quiso ser dictador y acabó con el crecimiento democrático de su país. Había proliferación de violencia política, y los nubarrones de la II Guerra Mundial se acumulaban. En 1938 prohibió la existencia de partidos políticos, y se hizo rodear de una camarilla de corruptos que gozaban del favor de su adorada pero perversa amante Madgda. En 1940 hubo un vergonzante tratado con Hitler y Stalin que ocasionó que Rumanía perdiera grandes extensiones de tierras. La gente lo culpaba de haber cedido las tierras sin luchar por ellas. En septiembre de 1940 el atolondrado Carol le da la toma de decisiones al general Ion Antonescu, y un 6 de septiembre, pocos días después de cometer tan craso error, Antonesco mordió la mano que lo alimentó y obligó a Carol II a abdicar. Mihai ocupa ahora el trono a los 19 años de edad, con Antonescu como verdadero mandamás.
El 7 de septiembre de 1940 Carol alistó sus maletas y se fue de Rumanía en un tren especial con su amante. Saqueó el erario y se llevó tesoros de arte como 41 pinturas de Tiziano, El Greco, grigorescu y otros. Anduvo errante por países sudamericanos por varios años, acabando por establecerse en Portugal. Durante la II Guerra Mundial quiso tomar de nuevo el trono de su país, y solo sirvió para entorpercer las negociaciones de su hijo Mihai con los aliados. Los partidos y personalidades políticas rumanos lo miraban con asco, indiferencia o burla. En 1949, Carol se casó por fin con su idolatrada Magda, quien nunca le dio un hijo pero lo hacía gozar con la colección de perritos falderos y gatos malcriados que poseían en su residencia.En 1953, Carol habría de morir de cáncer en medio de tantos dolores como había padecido su pobre madre la reina María a quien trató con tanta crueldad.El regordete cadáver de Carol sería remitido para su última morada a la capilla de los reyes portugueses en Estoril, los cuales se deben de haber revolcado en las tumbas al verse en tan desagradable compañía. Magda Lupesco habría de vivir 25 años más en lo rosadito de la vida, depilfarrando en farras y mesas de juego la enorme fortuna que Carol logró saquearse de Rumanía, comprobando aquello que reza que nadie sabe para quien trabaja al fin de cuentas.
Cecilia Ruiz de Ríos
De los cuatro reyes que se sentaron en el taburete real en Rumanía, indudablemente que el menos popular es Carol II con sus mejillas mofletudas, ojos fríos y expresión petulante. Muchos le echan el muerto a este sujeto por la desintegración de la monarquía rumana al inicio de la II Guerra Mundial, mientras que otros le recurdan como el desalmado que le negó atención médica a su enferma progenitora María cuando ésta ya estaba moribunda.
Carol era el hijo mayor de la pareja formada por el rey Ferdinand y su esposa la inglesa María de Edinburgo, quienes llegaron a tener una prole de 6 hijos. Nacido el 3 de octubre de 1893 en Sinaia, fue el primer monarca rumano nacido en Rumanía, ya que los tres anteriores eran fabricados en el extranjero. Fue bautizado en el rito ortodoxo, y apenas comenzó su educación formal dio muestras de ser un estudiante muy aventajado con una personalidad muy extrovertida. Una vez que su tío, el rey Carol I murió el el clavo de ser rey le cayó a Ferdinand, Carol se encuentra a los 21 años como heredero al trono. Simultáneamente entra al senado del parlamento rumano. Durante la I Guerra Mundial, mientras su familia se refugiaba en operativo cusuco en Iasi, Carol optó por desertar del ejército y protagonizar el primero de sus grandes escándalos. Se llevó a su concubina, Ioana "Zizi" Lambrino, hija de un mayor del ejército, y se fueron a casar en secreto en la ciudad de Odessa. Los padres de Carol estaban abochornados, y cuando su mamá le reclamó por su mala conducta, Carol le faltó al respeto mencionándole que todos sabían que ella tenía varios amantes, entre ellos un tal Stirbo de origen noble. Carol fue enviado al monasterio de Horaita-Neamt, donde lo que menos hizo fue rezar, y luego la Corte de Ilfov declaró la nulidad del matrimonio. A pesar de esto, Carol siguió sus grandes francachelas con su querida y así nació Mircea, hijo bastardo de la escandalosa pareja, en 1920. Carol fue enviado de largo viaje para que se le pasara el berrinche de su apego a Ioana Lambrino. Un año después, Carol conocería a Elena, la hija de el rey Jorge de Grecia. Ese año se casaron y el 25 de octubre del mismo año nació Mihai. Las lenguas con la mía a la cabeza susurraron que tan rápido nacimiento solo podría haber sido posible mediante un alegre traveseo de la princesa antes que amarraran la boda.Poco después del nacimiento del niño las relaciones entre Carol y su esposa se enfriarían tanto que Carol llegaría a renegar de haberse casado con ella.
Poco después de tirarse la vajilla entera Carol y Elena, este hombre iba a conocer el amor con A mayúscula en la personita de Elena"Magda" Lupescu, una mujer que además de ya ser muy comprometida, gozaba de una fama más negra que la de una Mesalina. Vulgar, dicharachera, estruendosa y atrevida, Magda logrará que Carol sienta una pasión galopante y por eso dominará por completo su vida. Magda meterá sus uñudas manitos en la política de Rumanía, será la mujer a quien le pidan favores y cuando no está haciendo diablos de zacate en Rumanía, se lleva a su regio amante a vivir a París bajo el nombre de Carol Caraiman y le cría una adicción por juegos morbosos que incluyen látigos de cuero negro y bragas sin fondo. Ferdinando está tan iracundo ante el comportamiento de su hijo que le retira los privilegios y nombra sucesor al niño Mihai. Cuando en 1927 muere Ferdinando, Mihai acaba siendo rey de Rumanía y se forma una regencia para asistir al muchacho hasta que cumpla 21 años. En 1930 Carol regresó a Bucarest y dos días después de su arribo, Carol es proclamado rey de Rumanía ante el parlamento. La situación política en el país le favorecía, pues su difunto padre había introducido el voto universal, promoviéndose así la formación de partidos políticos.Existiendo partidos políticos, era lógico que hubiese rebatiñas que debilitaron al país, y muchos veían a Carol como la última esperanza para unificar criterios y acabar con tanta tiradera de mechas. Carol II había prometido al primer ministro dejar a Magda, pero al fin y al cabo no lo haría. Carol II hizo repatriar a su querida y echó del país a la reina Elena en un fabuloso despliegue de patanería y crueldad. Entre 1930 y 1940 reinó Carol II, promoviendo el crecimiento económico, pero Carol II quiso ser dictador y acabó con el crecimiento democrático de su país. Había proliferación de violencia política, y los nubarrones de la II Guerra Mundial se acumulaban. En 1938 prohibió la existencia de partidos políticos, y se hizo rodear de una camarilla de corruptos que gozaban del favor de su adorada pero perversa amante Madgda. En 1940 hubo un vergonzante tratado con Hitler y Stalin que ocasionó que Rumanía perdiera grandes extensiones de tierras. La gente lo culpaba de haber cedido las tierras sin luchar por ellas. En septiembre de 1940 el atolondrado Carol le da la toma de decisiones al general Ion Antonescu, y un 6 de septiembre, pocos días después de cometer tan craso error, Antonesco mordió la mano que lo alimentó y obligó a Carol II a abdicar. Mihai ocupa ahora el trono a los 19 años de edad, con Antonescu como verdadero mandamás.
El 7 de septiembre de 1940 Carol alistó sus maletas y se fue de Rumanía en un tren especial con su amante. Saqueó el erario y se llevó tesoros de arte como 41 pinturas de Tiziano, El Greco, grigorescu y otros. Anduvo errante por países sudamericanos por varios años, acabando por establecerse en Portugal. Durante la II Guerra Mundial quiso tomar de nuevo el trono de su país, y solo sirvió para entorpercer las negociaciones de su hijo Mihai con los aliados. Los partidos y personalidades políticas rumanos lo miraban con asco, indiferencia o burla. En 1949, Carol se casó por fin con su idolatrada Magda, quien nunca le dio un hijo pero lo hacía gozar con la colección de perritos falderos y gatos malcriados que poseían en su residencia.En 1953, Carol habría de morir de cáncer en medio de tantos dolores como había padecido su pobre madre la reina María a quien trató con tanta crueldad.El regordete cadáver de Carol sería remitido para su última morada a la capilla de los reyes portugueses en Estoril, los cuales se deben de haber revolcado en las tumbas al verse en tan desagradable compañía. Magda Lupesco habría de vivir 25 años más en lo rosadito de la vida, depilfarrando en farras y mesas de juego la enorme fortuna que Carol logró saquearse de Rumanía, comprobando aquello que reza que nadie sabe para quien trabaja al fin de cuentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario