Federico II de Sicilia, un monarca progresista
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace unos días,trazando la línea genealógica del apellido Gorlero con mi buen amigo Jaime Arana Gorlero, descubrimos que toda una rama que proviene de Bianca Lancia,la última mujer de Federico II de Sicilia, vino a parar a Nicaragua.
A no confundirlo con el monarca prusiano Federico II el Grande,Federico emperador germano, rey de Sicilia y soberano de Jerusalén hizo una gran entrada a este valle de lágrimas. Su papá era Enrique VI, quien se había casado con la bella Constancia de Sicilia disgustando enormemente al papa Celestino III, era un hombre de armas tomar que luego hizo que este pontífice lo coronara a él y a su esposa como Emperador y Emperatriz. Enrique VI había reconquistado Sicilia, quitando del medio al bastardo Tancredo, hermano de Constancia. En 1194, ya siendo una hermosa señora de las cuatro décadas, Constancia dio a luz a su único hijo Federico, a quien sacó al mundo en un aparatoso parto en un mercado de Jesi, donde la voluntariosa Constancia insistió que 19 cardenales y varios dignatarios estuvieran presentes para presenciar la entrada al mundo de su heredero. Al morir Enrique VI dejaba de regente para su retoño a Constancia, pero ésta no tenía un pelo de tonta y se granjeó el apoyo del papa Inocencio III, quien posteriormente coronó a Constancia y a su bebé. Para dolor del niño Federico, Constancia murió un 27 de noviembre de 1198 y Federico quedó en poder del papa mientras las facciones rivales se agarraban de las mechas en Sicilia. Federico se vio ignorado por muchos en medio de los pleitos y si los ciudadanos pobres de Palermo no le hubieran dado de comer, hubiera muerto de hambre. A los 7 años fue secuestrado, pero quiso la suerte que su secuestrador muriera pocos meses después, ya que de lo contrario Federico hubiera sido cegado y castrado a como lo fue el hijo de Tancredo por órdenes de Enrique VI.Tras escaparse del cautiverio, Federico creció al lado de cazadores y obreros que le enseñaron a vivir como cualquier hijo de vecino. Estudió además idiomas como el árabe, y leía vorazmente. A los 14 años fue declarado mayor de edad, y el papa le seleccionó esposa: Constancia de Aragón, muy mayor que él y para colmo viuda del rey Emerico de Hungría. Constancia acabó de pulirlo y educarlo y le parió un hijo, Enrique, en 1211. El derecho de Federico de suceder a su padre como emperador había sido ignorado, y a los 17 años debió prepararse para enfrentar una invasión a manos del emperador Otto IV. Sin embargo los príncipes guelfos depusieron a Otto y eligieron a Federico II como emperador. A los 18 años de edad, se vio invitado a Alemania a reinar como emperador electo. Hubiera preferido quedarse en Sicilia, pero aceptó. Pero el papa Inocencio III insistió en que llegara a Roma a rendirle homenaje a la Santa Sede. En Alemania al inicio lo recibieron con caras de cobrador, pero Federico, quien era encantador, acabó ganándoselos a todos. Aún el papa no había coronado a Federico, y moriría sin hacerlo. Sería Honorio, el papa que sucedió a Inocencio III, quien lo coronaría un 22 de noviembre de 1220. Federico saió ipso facto hacia Sicilia a promulgar leyes justas conforme el cánon normando. Además, se dio a la tarea de reforzar el ejército y la flota siciliana. Hizo todo lo que pudo para que su adorada Sicilia fuera un reino próspero que pudiera financiar una cruzada. Mientras se preparaba para partir a la cruzada, el 23 de junio de 1222, su mujer Constancia murió. Tres años más tarde, Federico se casó con Yolanda de Brienne, hija del rey de Jerusalén. Ella le parió a su segundo hijo legítimo Conrado IV en 1228 y se murió de fiebres a consecuencia de infección postpartum 13 días después. Para entonces, el dulce papa Honorio había muerto y su sucesor sería en 1227 el tozudo Gregorio XIX, quien sería el formidable adversario de Federico. Tras 7 años de retraso Federico se fue de cruzada, pero se enfermó en alta mar y antes de morirse en la epidemia a bordo, hizo regresar su nave para recuperarse en Sicilia. Gregorio IX lo excomulgó por primera vez, y al enterarse de esto sus tropas se regresaron. Al recobrar su salud,Federico quiso apaciguar al papa y se fue a Jerusalén. Una vez ahí, siendo amigo del sultán de Egipto, Federico logró sin batalla mediante un tratado en 1229 que el mandamás musulmán otorgara a los cristianos el dominio de los sitios sagrados para el cristianismo, mientras que los musulmanes retuvieron los lugares benditos para el Islam para ellos. Federico se autocoronó Rey de Jerusalén mientras el papa rabiaba en Roma. Federico regresó a Sicilia cubierto de gloria. En agosto de 1230 el papa tuvo que revocar la excomunión del rey, pero siguió odiando a Federico. No le perdonaba que le hubiera preguntado qué hacían todos los ángeles a lo largo del día, ni el hecho que redactara junto a notables juristas las Constituciones de Melfi, en las cuales se incluía la obligación de proveer entrenamiento para funcionarios públicos y médicos, además de establecer que cualquier ciudadano gozaba de iguales deberes y derechos ante la ley. Aunque Federico II fue un autócrata, detestaba la opresión del pobre a manos del rico.
Además, al papa no le gustaba la curiosidad y la sofisticación de este rey. Tenía una corte repletita de científicos, matemáticos, intelectuales y bellas huríes en su harén. Federico fue autor del libro "El Arte de Cazar Pájaros", y tradujo muchos textos del árabe. Solía conseguir condenados a muerte para que sus médicos le dieran lecciones de anatomía haciendo vivisecciones, y era experto veterinario con sus mascotas. Para colmo, Federico se bañana dos veces al día en una época en que ser imbañable era lo chic y aconsejable para no gastarse. En julio de 1235 se casó nuevamente con Isabella, hija del odioso rey inglés Juan Sin Tierra. Para entonces ya tenía más de 11 bastardos.
Cuando Federico quiso trazar comunicaciones entre Sicilia y Europa, el papa se opuso de nuevo. Federico quiso mermar el poder del papa y por eso Gregorio IX optó por excomulgarlo de nuevo en 1239. Inglaterra, Francia y Hungría mandaron tropas para asistir a federico en contra de la Liga Lombarda. Gregorio IX a sus casi 100 años de edad probó ser un agrio viejo chinchintorro al vilipendiar verbalmente a Federico, acusándolo de un sinnúmero de pecados inventados. Federico entonces capturó Roma y al papa, a quien los cardenales habían abandonado por inaguantable.Dos veces avanzó y se tuvo que retirar Federico de Roma, y al ser sucedido Gregorio IX por Inocencio IV, éste escapó de Roma vestido de soldado para declarar desde Lyons depuesto a Federico. Posteriormente Federico habría de deponer a su propio hijo por incompetente al haberse aliado con enemigos en contra de su propio padre. Al morir su tercera esposa, Federico se enamoró de Bianca Lancia, hija de Manfredo de Sicilia, y tuvo dos hijos con ella. Se cree que contrajo nupcias con ella en el lecho de muerto,muriendo un 13 de diciembre de 1250.
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace unos días,trazando la línea genealógica del apellido Gorlero con mi buen amigo Jaime Arana Gorlero, descubrimos que toda una rama que proviene de Bianca Lancia,la última mujer de Federico II de Sicilia, vino a parar a Nicaragua.
A no confundirlo con el monarca prusiano Federico II el Grande,Federico emperador germano, rey de Sicilia y soberano de Jerusalén hizo una gran entrada a este valle de lágrimas. Su papá era Enrique VI, quien se había casado con la bella Constancia de Sicilia disgustando enormemente al papa Celestino III, era un hombre de armas tomar que luego hizo que este pontífice lo coronara a él y a su esposa como Emperador y Emperatriz. Enrique VI había reconquistado Sicilia, quitando del medio al bastardo Tancredo, hermano de Constancia. En 1194, ya siendo una hermosa señora de las cuatro décadas, Constancia dio a luz a su único hijo Federico, a quien sacó al mundo en un aparatoso parto en un mercado de Jesi, donde la voluntariosa Constancia insistió que 19 cardenales y varios dignatarios estuvieran presentes para presenciar la entrada al mundo de su heredero. Al morir Enrique VI dejaba de regente para su retoño a Constancia, pero ésta no tenía un pelo de tonta y se granjeó el apoyo del papa Inocencio III, quien posteriormente coronó a Constancia y a su bebé. Para dolor del niño Federico, Constancia murió un 27 de noviembre de 1198 y Federico quedó en poder del papa mientras las facciones rivales se agarraban de las mechas en Sicilia. Federico se vio ignorado por muchos en medio de los pleitos y si los ciudadanos pobres de Palermo no le hubieran dado de comer, hubiera muerto de hambre. A los 7 años fue secuestrado, pero quiso la suerte que su secuestrador muriera pocos meses después, ya que de lo contrario Federico hubiera sido cegado y castrado a como lo fue el hijo de Tancredo por órdenes de Enrique VI.Tras escaparse del cautiverio, Federico creció al lado de cazadores y obreros que le enseñaron a vivir como cualquier hijo de vecino. Estudió además idiomas como el árabe, y leía vorazmente. A los 14 años fue declarado mayor de edad, y el papa le seleccionó esposa: Constancia de Aragón, muy mayor que él y para colmo viuda del rey Emerico de Hungría. Constancia acabó de pulirlo y educarlo y le parió un hijo, Enrique, en 1211. El derecho de Federico de suceder a su padre como emperador había sido ignorado, y a los 17 años debió prepararse para enfrentar una invasión a manos del emperador Otto IV. Sin embargo los príncipes guelfos depusieron a Otto y eligieron a Federico II como emperador. A los 18 años de edad, se vio invitado a Alemania a reinar como emperador electo. Hubiera preferido quedarse en Sicilia, pero aceptó. Pero el papa Inocencio III insistió en que llegara a Roma a rendirle homenaje a la Santa Sede. En Alemania al inicio lo recibieron con caras de cobrador, pero Federico, quien era encantador, acabó ganándoselos a todos. Aún el papa no había coronado a Federico, y moriría sin hacerlo. Sería Honorio, el papa que sucedió a Inocencio III, quien lo coronaría un 22 de noviembre de 1220. Federico saió ipso facto hacia Sicilia a promulgar leyes justas conforme el cánon normando. Además, se dio a la tarea de reforzar el ejército y la flota siciliana. Hizo todo lo que pudo para que su adorada Sicilia fuera un reino próspero que pudiera financiar una cruzada. Mientras se preparaba para partir a la cruzada, el 23 de junio de 1222, su mujer Constancia murió. Tres años más tarde, Federico se casó con Yolanda de Brienne, hija del rey de Jerusalén. Ella le parió a su segundo hijo legítimo Conrado IV en 1228 y se murió de fiebres a consecuencia de infección postpartum 13 días después. Para entonces, el dulce papa Honorio había muerto y su sucesor sería en 1227 el tozudo Gregorio XIX, quien sería el formidable adversario de Federico. Tras 7 años de retraso Federico se fue de cruzada, pero se enfermó en alta mar y antes de morirse en la epidemia a bordo, hizo regresar su nave para recuperarse en Sicilia. Gregorio IX lo excomulgó por primera vez, y al enterarse de esto sus tropas se regresaron. Al recobrar su salud,Federico quiso apaciguar al papa y se fue a Jerusalén. Una vez ahí, siendo amigo del sultán de Egipto, Federico logró sin batalla mediante un tratado en 1229 que el mandamás musulmán otorgara a los cristianos el dominio de los sitios sagrados para el cristianismo, mientras que los musulmanes retuvieron los lugares benditos para el Islam para ellos. Federico se autocoronó Rey de Jerusalén mientras el papa rabiaba en Roma. Federico regresó a Sicilia cubierto de gloria. En agosto de 1230 el papa tuvo que revocar la excomunión del rey, pero siguió odiando a Federico. No le perdonaba que le hubiera preguntado qué hacían todos los ángeles a lo largo del día, ni el hecho que redactara junto a notables juristas las Constituciones de Melfi, en las cuales se incluía la obligación de proveer entrenamiento para funcionarios públicos y médicos, además de establecer que cualquier ciudadano gozaba de iguales deberes y derechos ante la ley. Aunque Federico II fue un autócrata, detestaba la opresión del pobre a manos del rico.
Además, al papa no le gustaba la curiosidad y la sofisticación de este rey. Tenía una corte repletita de científicos, matemáticos, intelectuales y bellas huríes en su harén. Federico fue autor del libro "El Arte de Cazar Pájaros", y tradujo muchos textos del árabe. Solía conseguir condenados a muerte para que sus médicos le dieran lecciones de anatomía haciendo vivisecciones, y era experto veterinario con sus mascotas. Para colmo, Federico se bañana dos veces al día en una época en que ser imbañable era lo chic y aconsejable para no gastarse. En julio de 1235 se casó nuevamente con Isabella, hija del odioso rey inglés Juan Sin Tierra. Para entonces ya tenía más de 11 bastardos.
Cuando Federico quiso trazar comunicaciones entre Sicilia y Europa, el papa se opuso de nuevo. Federico quiso mermar el poder del papa y por eso Gregorio IX optó por excomulgarlo de nuevo en 1239. Inglaterra, Francia y Hungría mandaron tropas para asistir a federico en contra de la Liga Lombarda. Gregorio IX a sus casi 100 años de edad probó ser un agrio viejo chinchintorro al vilipendiar verbalmente a Federico, acusándolo de un sinnúmero de pecados inventados. Federico entonces capturó Roma y al papa, a quien los cardenales habían abandonado por inaguantable.Dos veces avanzó y se tuvo que retirar Federico de Roma, y al ser sucedido Gregorio IX por Inocencio IV, éste escapó de Roma vestido de soldado para declarar desde Lyons depuesto a Federico. Posteriormente Federico habría de deponer a su propio hijo por incompetente al haberse aliado con enemigos en contra de su propio padre. Al morir su tercera esposa, Federico se enamoró de Bianca Lancia, hija de Manfredo de Sicilia, y tuvo dos hijos con ella. Se cree que contrajo nupcias con ella en el lecho de muerto,muriendo un 13 de diciembre de 1250.
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