Bienvenidos a El Mundo según Cecilia

Ni en broma ni en serio sino que en ambas formas y gracias a la guìa de mi hija Elizabeth, aquì estoy dando a luz a mi cuarta intervenciòn en Internet, siendo mis anteriores websites www.cablenet.com.ni/historyarte , www.cablenet.com.ni/historia/histoper y www.cablenet.com.ni/rubendario .Soy Cecilia, historiadora y profesora de idiomas tan orgullosamente nicaraguense como nuestro rìo San Juan, tengo 48 años y 27 dìas al momento de comenzar este parto, y es un intento por saltarme la barrera de las censuras, derribar el muro de Berlìn de los convencionalismos gazmoños y evitar que mis aportes se vean entorpecidos por la mediocridad. Aquì encontrarèis mis artìculos sobre historia, mis relatos de terror que sacan tinta de la sangre de los campos de guerra de la Nicaragua violenta de los años80, mis pensamientos filosòficos y mi amor incondicional por los animales. Quizàs sea la màxima expresiòn del egocentrismo militante y el sadismo utilitario, pero os prometo que no estarèis indiferente a nada, que ya es algo en este mundo de tedio y aburrimiento. Pasad adelante y gozad, o a como dicen los "cops" en Estados Unidos: Relax and enjoy it!
Cecilia Ruiz de Ríos
31 de octubre de 2007,Managua


domingo, 18 de noviembre de 2007

El conquistador màs pavoroso



Genghis Khan, El Terror de las Estepas
Cecilia Ruiz de Ríos

Uno de los genios militares más grandes de la historia fue sin lugar a dudas Genghis Khan, quien dejaba baldes de sangre por doquier por donde pasaba. Temudjin, que es a como se llamaba el gran señor de las estepas, nunca aprendió a leer y escribir, pero eso no fue impedimento para forjar uno de los imperios más vastos de todos los tiempos.
Temudjin vino al mundo en 1167, hijo del caudillo Yesugei y su esposa principal Ilún, de quien Genghis heredaría los extraños ojos pardos. Hasta los trece años, Genghis fue un cipote común y corriente, pleitisto y díscolo, pero al entrar a la adolescencia su cuerpo se hizo tan fornido y voluminoso como el de un hombre mayor. Ya le gustaba andar de cacería, hacer deliciosa cuajada de la leche del yak y practicar el tiro al blanco con flechas. Cuando el padre de Genghis murió en circunstancias que indicaban que le ayudaron a largarse de este mundo, Genghis quiso sucederle pero los asesores de su finado progenitor se burlaban de él. temiendo que Genghis se rebelara, le pusieron un redondo yugo de madera al cuello para que se estuviera quieto y lo amarraron para venderlo como esclavo. Una noche, Genghis derribó a su centinela, huyó bastante largo y convenció a un cazador a que le quitara la dona de madera que andaba al cuello.Pocos días después, ya libre de su yugo, se reunió con algunos compañeros de juegos de su infancia y mató a sus enemigos. Genghis halló el apoyo necesario con Toghrul Khan, rey mongol de la época que se distinguía por su poder y sabiduría. La amistad con este monarca se cimentó más cuando Genghis se enamoró de la preciosa hija regordeta de Toghrul, la risueña Burte.
Inmediatamente después de la boda de Genghis con Burte, ésta fue secuestrada por unos enemigos.Genghis, quien adoraba a su gorda, creyó volverse loco.Grande fue su alivio cuando la recuperó sana y salva, pero según muchas malas lenguas incluida la mía, ligeramente traveseada. Genghis nunca supo a ciencia cierta si su primogénito fue manufacturado por él mismo o con ayuda de los secuestradores de Burte, pero para acabar de una vez con la fiesta de dudas hizo matar a algunos de ellos por si las moscas. Nunca volvió a hablar del asunto con su mujer, y varios hijos, indudablemente del temible Genghis,habrían de arribar a este mundo después. Entre 1184 y 1195 Genghis con costo tenía tiempo para tomarse su leche de yak al desayuno, pues pasó en constantes combates tribales para por fin, en 1206 imponerse entre la nobleza mongola y hacerse llamar Genghis Khan("rey universal"). En 1207 Genghis seguiría atareadísimo sometiendo a tribus norteñas aledañas a los ríos Selenga y Yenisey.
A estas alturas del campeonato, Genghis no solo tenía a Burte como esposa principal, sino que su harén se había rellenado de beldades, muchas veces escogidas por su complaciente y siempre risueña Burte, quien sabía a las mil maravillas como mejorarle el humor a su violento marido. Genghis estaba diseñando su imperio para que sriviera como una enorme arma de guerra y conquista, pero quizás no se hubiera aventurado a poner sus claros ojos hacia el accidente si la soberbia de un rey extranjero no lo hubiese enfurecido. En una ocasión, Genghis envió varios mercaderes a probar suerte comercial fuera de las fronteras mongolas. El rey a quien envió los mercaderes no solo no los recibió, sino que les hizo ejecutar. Al irle alguien con el cuecho a Genghis de lo sucedido, éste decidió vengar la afrenta a sus emisarios arrasando con el reino entero. En 1211 Genghis atravesó el desierto Gobi para caerle encima a China y en 1215 ya había conquistado Pekín. Para 1218 se decidió a destruir Samarcanda y Bujara, arrasando esta última ciudad hasta los cimientos y dejando pilares de cadáveres humanos. Para 1219 al noroeste de la India le tocó el turno de bailar con la loca(léase aguantar a genghis) y para 1222 la sed de conquistas había llevado a Genghis hasta Crimea. Entre 1226 y 1227 Genghis quiso culminar la conquista de la China y destruyó el reino Tangut. Para ese entonces, aunque nunca había estado enfermo, Genghis presintió en una tarde helada que su fin estaba cercano y dividió su reino entre sus cuatro hijos habidos con Burte. En agosto de 1227, siendo ya un necio viejo de 60 años, quiso montar sobre un nuevo y brioso garañón que le habían regalado, pero tuvo tan gran sal que se cayó del caballo a como nunca le había sucedido en su vida. producto de la caída, genghis no pudo volverse a levantar de su mullido lecho imperial. Antes de expirar, explicó a su hijo Ogodei sus planes para la conquista que estaba pendiente, pero no siempre el hijo del tigre sale rayado y este tal Ogodei haría temblar de bochorno en su tumba los huesos de su papi, pues el muchacho resultó ser un bueno para nada que permitió el desmoronamiento del gran imperio que había forjado su padre. A pesar de que los mongoles siguieron conquistando territorios vastos tras la muerte de Genghis, pocas veces lograban imponer su dominio sobre los vencidos.Entre los otros hijos de Genghis, uno se hizo musulmán y otro manchó la memoria de su cruel padre haciéndose cristiano. Solamente en el nieto de Genghis, el famoso Kublai Khan que favoreció a Marco Polo, se asomaría una sombra de la grandeza de Genghis.
Genghis Khan figura entre los genios militares más audaces y despiadados de la historia. Parecía no conocer el miedo ni por referencia, y era un terrorista consumado que utilizaba el valor de la propaganda sobre sus crueldades como medio para amnsar a las civilizaciones que se proponía conquistar. Genghis hacía circular versiones terroríficas sobre sus atrocidades, y al llegar a un sitio no se capeaba niño, mujer o anciano que se parara en su camino. Genghis solía enviar emisarios de incógnito a indagar sobre la situación económica, política y religiosa de los sitios que pensaba invadir para saber exactamente cómo comportarse, atacando los puntos más vulnerables. Como amante, se le atribuyen propiedades de un genuino Príapo, y aunque tuvo numerosas concubinas, guardó la ternura y la dulzura solamente para su Burte, quien a menudo lo sopapeaba sin que él ni siquiera se defendiera. Genghis ronroneaba con gato doméstico cuando su Burte lo arrullaba, pero no comía de la aflicción si la miraba enferma o enojada con él.Genghis mimaba en extremo a sus caballos, siendo el más famoso de ellos Dug("Tormenta"), un pavoroso bruto negro que le regaló su suegro. Genghis además poseía numerosos gatos y una lechuza amaestrada. El gran señor de las estepas era supersticioso a morir, y cuando su lechuza amaestrada no cantó al recibirlo, "supo" que su fin estaba cerca.Su arte de la caballería figura entre los mejores ejemplos de la técnica militar de todos los tiempos, y opinaba que un buen ejército no puede serlo si no marcha con la barriga llena. Por eso, sus guerreros llevaban al lado de cuerdas de repuesto para sus arcos, cera y aguja para reparaciones de emergencia y agua, una buena ración de cuajada seca y granos que podían comerse crudos o cocidos. Hoy en día, el nombre de Genghis Khan sigue siendo sinónimo de vasto poderío, abundante sangre y maestría militar.

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