El recorte del filete: los aspectos inmencionables de libertadores, unificadores y caudillos
Cecilia Ruiz de Ríos
“Al leer el artículo sobre los unificadores de naciones, me parecieron tan perfectos esos señores que me sentí indigno de estar vivo,” me dijo mi alumno Mario con una sonrisa de sorna. “Todo filete originalmente traía pellejo inmasticable,” decía el famoso galo Vatel a quien debemos la crema batida. Miremos entonces los recortes de esos filetes que fueron los grandes independentistas y unificadores.
Julio César sintió una extraña mezcla de amor y odio por el adolescente avernio Vercingétorix, quien como príncipe rubio y osado casi vence a las legiones romanas cuando se fueron a la conquista de las Galias, lo que hoy es Francia. El mostachudo teenager sopapeó duro a los romanos, pero cuando la experiencia de Julio César le jugó una mala pasada durante un sitio, Vercingétorix manchó su nombre de lodo y sangre al ofrecer salida a ancianos, mujeres y niños de su tribu para que fueran a buscar cómo sobrevivir siendo esclavos de los invasores. Este craso error le costó al avernio una asquerosa mácula para la posteridad.
En el siglo III de la era cristiana, una hermosa monarca árabe llamada Zenobia mostró gran valentía al defender su natal Palmyra contra las legiones romanas. Ella personalmente montó su corcel para dirigir sus huestes contra los romanos, quienes perdieron la pacierncia cuando ella osó llamar emperador a su hijo. El emperador Aureliano se enojó y en el año 272 se tomó Palmyra y la valiente y bella reina fue llevada a Roma en cadenas como trofeo de guerra, donde fue exhibida. Tras su exhibición en traje de Eva por las calles de Roma, Zenobia genuflectó, recibió una pen$ioncita de los romanos y hasta se casó con un patricio, olvidando sus ímpetus de guerrera independentista.
Al unificador de las Galias en el medievo, Carlomagno, le ensucian la imagen recordando que como esposo fue tan inestable que se le achacan 4 esposas, incontables amantes, y el hecho que fue un papi tan celoso con sus golosas hijas que se hizo birriondo permitiendo que las chicas no se casaran pero sí que mantuvieran a sus amantes en todo el sentido de la palabra. No sería la única figura de la Edad media que saliera con su reputación averiada debido a conducta personal. El gigantesco y alegre caudillo escocés William Wallace jamás se casó con su amada Marion Braidfute, una heredera con la cual manufacturó una hija. Wallace insistía en estar libre de toda atadura para poder amar y liberar a Escocia de una vez por todas, y aunque en la cinta Braveheart el patanguito Mel Gibson decora el inicio con una boda en el bosque, eso es puro estiércol hollywoodense procesado con melcocha para los que no leen. La tormentosa sexualidad de Ho Chi Mihn (padre del Vietnam modern)con su capacidad para satisfacer a las más exigentes pero sin dar fidelidad a cambio-y la indiferencia del boinudo asmático Ernesto Che Chevara ante sus dos consecutivas esposas e hijos serían otros detalles personales que ensuciarían la imagen que estos revolucionarios quisieron proyectar en el siglo XX. Pero quizás lo peor fue lña vestimenta de dandy inicial, el fracaso como abogado litigante o el gusto por la violencia intrafamiliar que el seudo- santo Mahatma Gandhi de la India quiso ocultar bajo su sonrisa beatífica, pues era experto sopapeador de su esposa Kasturbai y un padre cruel para sus hijos, quienes acabaron dedicados al alcohol, la vida sucia o religiosamente confundidos.
Muchos creen que Vlad Drácula III El Empalador de veras fue vampiro gracias a las sandeces del borracho irlandés Bram Stoker en su novela difamatoria, pero el gran patriota rumano hubiera sido feliz si hubiera tenido en realidad la capacidad de hacerse murciélago o convertirse en niebla para poder atacar a los invasores otomanos. Adorado a como es Vlad por todos aquellos que valoramos la autodeterminación por encima de todas las cosas, el susodicho también tenía su lado oscurita, y entre las cosas que se le reprochan es haber matado tras opípara cena a muchos mendigos y discapacitados, ya que para él no servían para nada.
El borrascoso pasado de pillo salteador de caminos fue un gran impedimento para que muchos tomaran en serio al cosaco Stenka Razin cuando éste quiso formar una república en tiempos en que Pedro I el Grande de Rusia estaba tomando las riendas del poder para modernizar a su reino. Ni el mismo Stenka negaba sus torticerías cuando despojó a muchos de sus pertenencias, y para colmo su ejemplo se repetiría en la robusta y mostachuda figura morena de Doroteo Arango(más conocido como Pancho Villa) cuando en el siglo XX le dio por dar sustos durante la Revolución Mexicana. Tanto fue el atrevimiento del forajido mejicano que hasta se dio el lujazo de meterse por la puerta trasera a territorio estadounidense, asustarle los frijoles a los gringos y morir la típica muerte de un bandolero.
Altote, chiclán, infértil, chintano y muy arrogante, el primer presidente oficial de Estados Unidos Jorge Washington fue figura clave como general dirigiendo a los coloniales en contra de los casacas rojas ingleses para poder independizar a la Yunáit-estáte-quieto. Hasta una Navidad la pasó en combate, muriéndose de frío y probablemente extrañando las medias de seda que usaba para sus soireés. Ni quiso aceptar ayuda de Robert Rogers, experto en guerra de guerrillas y el padre espiritual de los Bopinas Verdes y tropas élites Rangers de los gringos. Pero una vez que saboreó las mieles del poder, Washington sacó las cuentas de cuánto había gastado de su bolsa personal durante la liberación de su país, y pidió con cara de yo- no- fui un reembolso.
La mesticita Rafaela Herrera también languideció por dinero que el rey español a quien tan bien sirvió no le quería dar por haber venido al mundo en la parte mojada de la cobija. Resulta que nuestra linda Payita no era tan nuestra, habiendo nacido de un romance “tras la puerta” de su padre español con una mulatita jadeante allá en Cartagena de Indias en Colombia, y en aquellos entonces ser bastardo era como estar apestado de SIDA hoy en día. Cuando Rafaela era una mocita y su papi murió, tuvo que fajarse las enaguas para repeler el ataque de los piratas por el Río San Juan, defendiendo la provincia de Nicaragua en 1762(cuenten, faltaban 59 años y dos meses para “declararnos independientes”) porque “España tenía mujeres que también la defendieran”. Posteriormente Rafaela jamás tocaría cañón ni mosquete, se casaría para tener una charpa de hijos, esperar angustiada que el rey le pasara una miserable pensión y finalmente se dedicó a criar chanchos para poder medio comer.
A dos campeones de la libertad se les acusa de ofrecer en bandeja el destino de sus vecinos con tal de salvar el pellejo de sus países: al sexy Simón Bolívar de Venezuela, y al patilludo Lájos Kossuth de Hungría. Mi ex teacher Danielle Rocher en su libro Vencedores o Villanos plantea que Simón ofreció lo que sería la independencia aún en ciernes del istmo centroamericano como carne de cañón para el español con tal de liberar a Venezuela, lo cual lo deja muy mal parado en la historia. Al final de su vida, solo, tísico, sin hijos y odiado, Simón amargadamente dijo que “Latinoamérica es un sitio que solo permite emigrar, ya que estos países son ingobernables y propensos al caos.” Sería que entonces habían mandatarios ineptos con consortes ludópata o revueltas en el sector de transporte?
Lajos Kossuth por su parte, aunque es amado en Hungría, es públicamente odiado en Bosnia, y no es para menos. Cuando Kossuth se quería sacar del pelo a los estrujantes Habsburgos que controlaban lo que era Austro-Hungría, quiso desviar la atención de los austríacos hacia el jugoso bocado de Bosnia para que ahí se distrajeran. Los mismos dirigentes húngaros afirmaban que los “salvajes bosnios” debían ser domados a “látigo y bozal” una vez que lograran establecer dominio sobre ellos.
Cecilia Ruiz de Ríos
“Al leer el artículo sobre los unificadores de naciones, me parecieron tan perfectos esos señores que me sentí indigno de estar vivo,” me dijo mi alumno Mario con una sonrisa de sorna. “Todo filete originalmente traía pellejo inmasticable,” decía el famoso galo Vatel a quien debemos la crema batida. Miremos entonces los recortes de esos filetes que fueron los grandes independentistas y unificadores.
Julio César sintió una extraña mezcla de amor y odio por el adolescente avernio Vercingétorix, quien como príncipe rubio y osado casi vence a las legiones romanas cuando se fueron a la conquista de las Galias, lo que hoy es Francia. El mostachudo teenager sopapeó duro a los romanos, pero cuando la experiencia de Julio César le jugó una mala pasada durante un sitio, Vercingétorix manchó su nombre de lodo y sangre al ofrecer salida a ancianos, mujeres y niños de su tribu para que fueran a buscar cómo sobrevivir siendo esclavos de los invasores. Este craso error le costó al avernio una asquerosa mácula para la posteridad.
En el siglo III de la era cristiana, una hermosa monarca árabe llamada Zenobia mostró gran valentía al defender su natal Palmyra contra las legiones romanas. Ella personalmente montó su corcel para dirigir sus huestes contra los romanos, quienes perdieron la pacierncia cuando ella osó llamar emperador a su hijo. El emperador Aureliano se enojó y en el año 272 se tomó Palmyra y la valiente y bella reina fue llevada a Roma en cadenas como trofeo de guerra, donde fue exhibida. Tras su exhibición en traje de Eva por las calles de Roma, Zenobia genuflectó, recibió una pen$ioncita de los romanos y hasta se casó con un patricio, olvidando sus ímpetus de guerrera independentista.
Al unificador de las Galias en el medievo, Carlomagno, le ensucian la imagen recordando que como esposo fue tan inestable que se le achacan 4 esposas, incontables amantes, y el hecho que fue un papi tan celoso con sus golosas hijas que se hizo birriondo permitiendo que las chicas no se casaran pero sí que mantuvieran a sus amantes en todo el sentido de la palabra. No sería la única figura de la Edad media que saliera con su reputación averiada debido a conducta personal. El gigantesco y alegre caudillo escocés William Wallace jamás se casó con su amada Marion Braidfute, una heredera con la cual manufacturó una hija. Wallace insistía en estar libre de toda atadura para poder amar y liberar a Escocia de una vez por todas, y aunque en la cinta Braveheart el patanguito Mel Gibson decora el inicio con una boda en el bosque, eso es puro estiércol hollywoodense procesado con melcocha para los que no leen. La tormentosa sexualidad de Ho Chi Mihn (padre del Vietnam modern)con su capacidad para satisfacer a las más exigentes pero sin dar fidelidad a cambio-y la indiferencia del boinudo asmático Ernesto Che Chevara ante sus dos consecutivas esposas e hijos serían otros detalles personales que ensuciarían la imagen que estos revolucionarios quisieron proyectar en el siglo XX. Pero quizás lo peor fue lña vestimenta de dandy inicial, el fracaso como abogado litigante o el gusto por la violencia intrafamiliar que el seudo- santo Mahatma Gandhi de la India quiso ocultar bajo su sonrisa beatífica, pues era experto sopapeador de su esposa Kasturbai y un padre cruel para sus hijos, quienes acabaron dedicados al alcohol, la vida sucia o religiosamente confundidos.
Muchos creen que Vlad Drácula III El Empalador de veras fue vampiro gracias a las sandeces del borracho irlandés Bram Stoker en su novela difamatoria, pero el gran patriota rumano hubiera sido feliz si hubiera tenido en realidad la capacidad de hacerse murciélago o convertirse en niebla para poder atacar a los invasores otomanos. Adorado a como es Vlad por todos aquellos que valoramos la autodeterminación por encima de todas las cosas, el susodicho también tenía su lado oscurita, y entre las cosas que se le reprochan es haber matado tras opípara cena a muchos mendigos y discapacitados, ya que para él no servían para nada.
El borrascoso pasado de pillo salteador de caminos fue un gran impedimento para que muchos tomaran en serio al cosaco Stenka Razin cuando éste quiso formar una república en tiempos en que Pedro I el Grande de Rusia estaba tomando las riendas del poder para modernizar a su reino. Ni el mismo Stenka negaba sus torticerías cuando despojó a muchos de sus pertenencias, y para colmo su ejemplo se repetiría en la robusta y mostachuda figura morena de Doroteo Arango(más conocido como Pancho Villa) cuando en el siglo XX le dio por dar sustos durante la Revolución Mexicana. Tanto fue el atrevimiento del forajido mejicano que hasta se dio el lujazo de meterse por la puerta trasera a territorio estadounidense, asustarle los frijoles a los gringos y morir la típica muerte de un bandolero.
Altote, chiclán, infértil, chintano y muy arrogante, el primer presidente oficial de Estados Unidos Jorge Washington fue figura clave como general dirigiendo a los coloniales en contra de los casacas rojas ingleses para poder independizar a la Yunáit-estáte-quieto. Hasta una Navidad la pasó en combate, muriéndose de frío y probablemente extrañando las medias de seda que usaba para sus soireés. Ni quiso aceptar ayuda de Robert Rogers, experto en guerra de guerrillas y el padre espiritual de los Bopinas Verdes y tropas élites Rangers de los gringos. Pero una vez que saboreó las mieles del poder, Washington sacó las cuentas de cuánto había gastado de su bolsa personal durante la liberación de su país, y pidió con cara de yo- no- fui un reembolso.
La mesticita Rafaela Herrera también languideció por dinero que el rey español a quien tan bien sirvió no le quería dar por haber venido al mundo en la parte mojada de la cobija. Resulta que nuestra linda Payita no era tan nuestra, habiendo nacido de un romance “tras la puerta” de su padre español con una mulatita jadeante allá en Cartagena de Indias en Colombia, y en aquellos entonces ser bastardo era como estar apestado de SIDA hoy en día. Cuando Rafaela era una mocita y su papi murió, tuvo que fajarse las enaguas para repeler el ataque de los piratas por el Río San Juan, defendiendo la provincia de Nicaragua en 1762(cuenten, faltaban 59 años y dos meses para “declararnos independientes”) porque “España tenía mujeres que también la defendieran”. Posteriormente Rafaela jamás tocaría cañón ni mosquete, se casaría para tener una charpa de hijos, esperar angustiada que el rey le pasara una miserable pensión y finalmente se dedicó a criar chanchos para poder medio comer.
A dos campeones de la libertad se les acusa de ofrecer en bandeja el destino de sus vecinos con tal de salvar el pellejo de sus países: al sexy Simón Bolívar de Venezuela, y al patilludo Lájos Kossuth de Hungría. Mi ex teacher Danielle Rocher en su libro Vencedores o Villanos plantea que Simón ofreció lo que sería la independencia aún en ciernes del istmo centroamericano como carne de cañón para el español con tal de liberar a Venezuela, lo cual lo deja muy mal parado en la historia. Al final de su vida, solo, tísico, sin hijos y odiado, Simón amargadamente dijo que “Latinoamérica es un sitio que solo permite emigrar, ya que estos países son ingobernables y propensos al caos.” Sería que entonces habían mandatarios ineptos con consortes ludópata o revueltas en el sector de transporte?
Lajos Kossuth por su parte, aunque es amado en Hungría, es públicamente odiado en Bosnia, y no es para menos. Cuando Kossuth se quería sacar del pelo a los estrujantes Habsburgos que controlaban lo que era Austro-Hungría, quiso desviar la atención de los austríacos hacia el jugoso bocado de Bosnia para que ahí se distrajeran. Los mismos dirigentes húngaros afirmaban que los “salvajes bosnios” debían ser domados a “látigo y bozal” una vez que lograran establecer dominio sobre ellos.
2 comentarios:
Estimada Cecilia:
En esta noche he dado por accidente a tu pagina y la he leido. Al final de mi lectura regresé mi mirada al titulo: "Lo que no nos dan en las Aulas" y pienso que las aulas son para darnos lecciones que nos hagan crecer y ser mejores personas, es por eso que todos estos "detalles" de personajes ilustres no son dados en la aulas puesto que no contienen crecimiento alguno. Como tu misma lo dices en tus datos personales: "... hija del Hombre Perfecto." creo que a ese "Hombre Perfecto" si le buscamos encontraremos no una, sino muchisimas "imperfecciones" que mancharian su nombre y su reputación, pero lo peor, mancharian la imagen que tu tienes de el. Sin embargo tu has decidio quedarte con las buenas obras, recuerdos, anecdotas y el ejemplo a seguir que te dió (o te ha dado)tu padre, y asi eres felíz, pues asi tu lo has decidido, decidiste quedarte con lo que te hace crecer y ser mejor persona. Es por eso mismo que en las aulas no nos dan esas cosas, pues no tienen ningún provecho ni inspiración para los alumnos. No niego que sea la verdad, pero no siempre la verdad nos ayuda a seguir adelante.
Hay algo que yo hago con todas las personas que conozco, lo llamo "Operación Aguacate" y me gustaria compartir contigo. Como Chef que eres me imagino que has tenido la basta experiancia de partir muchisimos aguacates durante tu vida (48 años con 3 meses y 2 dias, mas o menos) y normalmente cuando partimos un agucate por la mitad nos encontramos una mitad con hueso y la otra sin el hueso, pero tambien nos encontramos con algunos puntos negros o areas negras (a veces grandes y a veces pequeñas) que sabemos que estan malas, sin embargo no tiramos todo el aguacate, simplemente, quitamos lo que esta malo y nos quedamos con lo bueno, que es lo que nos sirve. Pues bien, las personas son como los aguacates, que cuando vemos en su interior nos encontramos con esos "detalles" malos, pero no por eso desechamos a esa persona, mas bien nos quedamos con lo bueno, lo valioso, lo que nos hace crecer de esa persona, ¿y el resto?, el resto es una realidad, que existe, pero que no me interesa conservar, pues no le saco ningún provecho. Es por eso que al día de hoy puedo asegurar que todas las personas que conozco son admirables (al menos para mi) pues de todas he podido aprender algo; y me hace feliz el haber utilizado mi libertad al tomar esa decición, pues mi corazón late con mayor fuerza y se ilumina mi día al encontrarme con todas estas personas, que a mi punto de vista, son maravillosas.
Muchas gracias por haberme regalado un poquito de tu tiempo al leer estas lineas, me despido deseandote Paz a ti y a todos los que te rodean.
Saludos y deseos de Paz desde Reims, Francia
Guillermo Peña
lolotron@hotmail.com
Que buena desmitificacion de los llamados heroes de independencia.
Es cierto que en la escuela,referida a toda la institucionalidad educacional,se lava la imagen de los que son afines al poder politico-economico y se enseña a ser defensores fanaticos de ellos,es el caso del Imperio Romano fiel generador de la concepcion inmperialista-colonialista mundial como del fascismo.Una tarea critica de los maestros e historiadores es desmitificar dichos regimenes politicos como a sus representantes historicos.Un ejemplo de lo que le ocurre a los historiadores vendepatrias tergiversadores de la historia real es la que ocurrio en Colombia,provincia de Caldas municipio de Anserma,en donde los historiadores que son apadrinados por los politiqueros regionales decidieron hacerle un busto ,al asesino de indigenas de la region en epocas de la invasion española,Jorge Robledo,que a los guerreros indigenas locales,todo con el pretexto que eso era hacer cultura,vaya cultura,cultura dominante,esto ocurrio a cominzos de este año 2009.
Gracias Cecilia por este aporte que se puede contar en los dedos de la mano como pocos que se hayan hecho.Asi se hace la historia realista.Gena(gena_stonsky@yahoo.com)
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