LOS MEMORABLES ELEFANTES COMBATIENTES DE LA HISTORIA
Cecilia Ruiz de Ríos
Cecilia Ruiz de Ríos
Algunas de las páginas más sangrientas y a la vez heroicas de la historia las protagonizaron los animales, a punto que el gran sultán osmanlí Solimán el Magnífico en sus escritos, se preguntaba cómo podía el ser humano ser tan vil como para arrastrar a los animales hacia el conflicto, cuando la bestia por naturaleza no sabía odiar. Los elefantes, nobles paquidermos de memoria prodigiosa y poseedores de un lenguaje propio que hasta ahora estamos descubriendo, engalanaron con su gallardía, resistencia y heroísmo algunos de los más importantes momentos de todos los tiempos. Lo triste es que incluso algunos militares de hoy en día ignoren, o menosprecien el aporte que hicieron estos animalitos a través del tiempo, pero al arribar a otro día mundial de los animales, vamos a desempolvarlos de la gaveta del olvido.
La mayor parte de los elefantes usados en las guerras eran machos, quizás porque son más grandes y más agresivos(sobre todo cuando andan en celo, al igual que cualquier hombre casado con sucursal nueva), pero hubo un puñado de hembras que se destacaron, entre ellas Diat de la reina angolana Nzingha, Betja de la emperatriz Candace de Etiopía y “el” famoso Ayed de Tipoo Sultán, quien fue una hembra ascendida a rango de capitán por su agradecido dueño. Los elefantes eran usados para arremeter contra las huestes de infantería y armar tremendas machacas de soldados, dejando muchas veces al enemigo convertido en un grotesco puré humano(ahí me dispensan lo gráfico de esta descripción!) en el piso. El durísimo cuero de esta bestia lo convertía en un acorazado natural, y era muy difícil que una lanza le penetrara. Los primeros elefantes fueron domesticados no solo para transporte de carga sino también para fines bélicos hace casi 4 mil años en el Valle de Indus, en Asia, en lo que hoy es la India moderna. Sus hazañas fueran cantadas en antiguo Sánscrito y el magno monarca Asoka, uno de los mejores gobernantes de la milenaria India, enterró con honores militares a su general elefante Juskan, quien para vergüenza de nuestros militares machistas de hoy en día...era una hembra quien murió de parto y no en un campo de batalla donde había lucido las mejores galas.
Cuando el imperio persa se fortificó, adoptaron la práctica de los indios de usar al elefante para sus batallas. Alejandro Magno tuvo la oportunidad de ver a los elefantes persas en acción antes de la batalla de Gaugamela un 1º. De octubre del año 331 antes de Cristo, cuando el amariposado soberano persa Codomano(más conocido como Darío III el Cobarde)se apareció muy maquillado con quince robustos elefantes. Alejandro solo había visto a estas fabulosas bestias en dibujos cuando Aristóteles le daba clase siendo un chico, y se sintió tan atemorizado que ordenó que se hiciera un sacrificio a los dioses en la víspera de los siguientes enfrentamientos con los persas. Parece que los dioses estaban complacidos con el chele macedonio porque éste ganó la batalla, y posteriormente Alejandro comprendió la importancia del aporte de los elefantes porque se apresuró a adquirir varios para andarlos en sus tropas. 5 años después, Alejandro llevaría sus propios eles cuando se enfrentó al rey indio Poro en la batalla del río Hydaspes. Tras la muerte por vejez de su adorado corcel Bucéfalo(quien no murió atropellado por un elefante del rey Poro, a como miente Oliver Stone en su cinta Alexander), el gran conquistador macedonio amistó mucho con Iar, un joven elefante descomillado que le había dado una prima de la reina persa Sisigambis, tratando de llenar el vacío dejado por la partida al más allá del ser que Alejandro más había amado en el mundo. El barbudo e hirsuto rey Poro por su parte poseía 200 elefantes entrenados en el Punjab(parte norte del Pakistán de hoy), y los especialistas en historia militar le consideran como pobre comparado con el emperador de Magadha, quien llegó a tener 6 mil elefantes guerreros. Chandragupta Maurya por su parte tuvo un inventario de 9 mil elefantes de guerra, quienes deben haber costado un cachipil de dinero ya que se hartaban como contratados para estar más en forma que el Aquiles de la mitología griega.
El cartaginés Aníbal Barca. Hijo del monarca Amílcar Barca, fue la joya de la segunda Guerra Púnica contra los romanos, y se destaca en la historia como uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos. Aníbal, para usar elefantes en su famoso cruce por los Alpes, le dio megalitros de bebida alcohólica a sus bestias para que pudieran aguantar el frío de la nieve, sin embargo eso no impidió que buena parte de ellos acabaran como paquidérmicos posicles al cruzar las montañas, en una de las peores crueldades que el hombre haya ejercido contra estos pesados brutos grises. De nada sirvió que se hayan escogido elefantes forestales del norte de Africa, y desde entonces su camino hacia la extinción fue cuestión de pocos años debido al abuso de ellos. Aníbal no dejó de soltar sus cuantas lágrimas a escondidas por sus bestias, pero eso no le impidió seguir usando los elefantes para sus cargas.
Uno de los elefantes más idolatrados de la historia indudablemente fue Kandula, un oscuro macho, quien fue, en el año 200 antes de Cristo la montura del rey Dutugamunu de Sri Lanka(antiguamente Ceilán). Resulta que para los ceilaneses era más elegante montar sobre un pintorreteado elefante que a lomos de un briosos corcel, y Kandula a veces incluso comía mejor que su propio amo. Maha Pabbata también fue el mimado yunta del rey Elahara, a quien defendió noblemente en el campo de batalla.
El elefante como antecesor vivo del moderno tanque era algo de armas tomar, sin embargo, el sabio Plinio el Viejo reporta que este enorme paquidermo se meaba de miedo al ver a un chancho común arremeter contra él. Durante el sitio de Megara, en uno de los momentos más bochornosos que recuerda de la historia en cuanto a la capacidad para la crueldad del ser humano, se dice que los megarios echaron aceite hirviendo encima de una enorme piara de chanchos, los cuales salieron escaldados hacia donde estaban los elefantes de los enemigos. Los paquidermos huyeron presas del pánico.
Un 6 de febrero del año 46 antes de Cristo, el “ambidextro” y ambicioso Julio César armó a su quinta legión con hachas y en la batalla de Thapsus logró que le cercenaran las patas a centenares de pobres elefantes del enemigo. Esta fue la úlñtima vez que los elefantes fueron usados de forma masiva en la antigüedad, pero los animalitos fueron sacados del olvido como guerreros durante la era cristiana por los monarcas de la dinastía sasánida. En la batalla de Vartananz los elefantes sasánidas sembraron el pánico y aplastaron a miles de armenios rebeldes. En la Edad media, el elefante nuevamente se retira con honores de veterano de guerra, pero el excéntrico Carlomagno, gran unificador de las Galias, se llevó consigo en campaña a su elefante Abul Abbas cuando se fue a pelear contra los daneses en 804 de la era cristiana. Durante las Cruzadas, el Sacro Emperador Romano Federico II “Luz del Mundo” tuvo chance de capturar un elefante en Tierra Santa, y ese animal luego fue con su nuevo amo a la captura de Cremona en 1214.
Los bravos reyes del imperio Khmer de lo que hoy es Camboya supieron aprovechar las dotes del elefante, y en el siglo XII de la era cristiana los usaron contra el enemigo Cham. Los Khmer habían sido precedidos en el primer siglo de la era cristiana por las valientes hermanas vietnamitas Tring Nhi y Trung Trac en el sabio uso de los elefantes cuando las dos patriotas nobles lucharon contra los intervensionistas chinos que querían esclavizar a su nación.
La vida del conquistador tártaro Timur Lenk (El Cojo) hubiera sido menos agitada si no hubieran existido los elefantes. En 1398, los elefantes del sultanato indio le asustaron los frijoles a Tiomur cuando más de cien de ellos le cayeron encima a las tropas del tártaro. Antes que lo poco que le quedaba de soldadesca a Timur acabaran hechos steak tartara(carne molida) por los eles indios, Timur tuvo el “bombillazo” de poner paja en llamas en ollas sobre el pobre lomo encorvado de sus camellos. El humo de los camellos que corrían asustó a los elefantes, los cuales aplastaron a sus propios soldados tratando de huir de lo que parecía un infierno con patas. Aprendiendo muy bien de la casi sopapeada que le dio el destino, Timur aprendió cómo usar los elefantes y luego los capitalizó en su campaña contra el legendario sultán otomano Bayaceto I el Rayo, a quien derrotó en 1402 en la batalla de Angora, y cuyo suicidio causó cuando lo enjauló.
Nzingha de Ndongo y Matamba, monarca patriótica de lo que hoy es Angola, lanzó una campaña contra los esclavistas portugueses usando elefantes en sus batallas. Inseparable de la hermosísima negra fue su elefanta Diat, quien era contemporánea suya. Diat fue una fértil hembra quien dio 7 elefantes a lo largo de su vida, y la soberana, quien tras tener un solo hijo cuando era muy joven no pudo tener más, solía referirse a los hijos de su Diat como “mis propios muchachos habidos a través de Diat.”
La historia posteriormente vería a los nobles elefantes reducidos a halar cañones y otras piezas de artillería pesada incluso durante la I Guerra Mundial y II Guerra Mundial . Hoy, conociendo los dones que posee este precioso animal, nos llena de angustia y compasión el pensar que estas hermosas bestias fueron reducidas a participar en batallas en las cuales no tenían nada que estar haciendo. Sin embargo, la codicia, malevolencia y gusto por la sangre que posee el hombre como ingredientes de su nefasta levadura, llevaron a estos animales contra su voluntad a participar como protagonistas, agresores o víctimas en un puñado de las más prominentes páginas del libro del tiempo. Hoy es apenas justo que les demos las gracias.
Los elefantes guerreros participaron en muchas batallas, entre ellas:
331 antes de cristo, Gaugamela
326 a.Cristo Río Hydaspes
317 a Cristo Paraitacene
316 a.Cristo Gabiene
312 a.Cristo,Gaza
301 a.Cristo,Ipsus
280 a.Cristo, Heraclea
279 a.Cristo, Asculum
275 a.Cristo, Beneventum
262 a.Cristo, Sitio deAgrigento
255 a.Cristo, Tunez
252 a.Cristo, sitio de Panorama
238 a.Cristo, Utica
238 a.Cristo, Batalla del Serrucho
239 a.Cristo, Río Bagradas
219 a.Cristo, sitio de Sagunto
218 a.Cristo, cruzada de los Alpes con Aníbal y batalla de Trebia
202 a.Cristo, Batalla tle Zama
190 a.Cristo, Magnesia
164 a.Cristo, Beth-zur
153 a.Cristo, sitio romano de Numancia en España
149 a 146 a Cristo, Sitio de Cartago
108 a.Cristo, Muthul
46 a.Cristo Thapsus
451era cristiana Vartanantz
636 era cristiana ,al-Qādisiyyah
1214, era cristiana,captura de Cremona por Federico II, Sacro Emperador Romano
1659, era cristiana Khajwa
1556, Segunda batalla de Panipat
1761,Tercera Batalla de Panipat
La mayor parte de los elefantes usados en las guerras eran machos, quizás porque son más grandes y más agresivos(sobre todo cuando andan en celo, al igual que cualquier hombre casado con sucursal nueva), pero hubo un puñado de hembras que se destacaron, entre ellas Diat de la reina angolana Nzingha, Betja de la emperatriz Candace de Etiopía y “el” famoso Ayed de Tipoo Sultán, quien fue una hembra ascendida a rango de capitán por su agradecido dueño. Los elefantes eran usados para arremeter contra las huestes de infantería y armar tremendas machacas de soldados, dejando muchas veces al enemigo convertido en un grotesco puré humano(ahí me dispensan lo gráfico de esta descripción!) en el piso. El durísimo cuero de esta bestia lo convertía en un acorazado natural, y era muy difícil que una lanza le penetrara. Los primeros elefantes fueron domesticados no solo para transporte de carga sino también para fines bélicos hace casi 4 mil años en el Valle de Indus, en Asia, en lo que hoy es la India moderna. Sus hazañas fueran cantadas en antiguo Sánscrito y el magno monarca Asoka, uno de los mejores gobernantes de la milenaria India, enterró con honores militares a su general elefante Juskan, quien para vergüenza de nuestros militares machistas de hoy en día...era una hembra quien murió de parto y no en un campo de batalla donde había lucido las mejores galas.
Cuando el imperio persa se fortificó, adoptaron la práctica de los indios de usar al elefante para sus batallas. Alejandro Magno tuvo la oportunidad de ver a los elefantes persas en acción antes de la batalla de Gaugamela un 1º. De octubre del año 331 antes de Cristo, cuando el amariposado soberano persa Codomano(más conocido como Darío III el Cobarde)se apareció muy maquillado con quince robustos elefantes. Alejandro solo había visto a estas fabulosas bestias en dibujos cuando Aristóteles le daba clase siendo un chico, y se sintió tan atemorizado que ordenó que se hiciera un sacrificio a los dioses en la víspera de los siguientes enfrentamientos con los persas. Parece que los dioses estaban complacidos con el chele macedonio porque éste ganó la batalla, y posteriormente Alejandro comprendió la importancia del aporte de los elefantes porque se apresuró a adquirir varios para andarlos en sus tropas. 5 años después, Alejandro llevaría sus propios eles cuando se enfrentó al rey indio Poro en la batalla del río Hydaspes. Tras la muerte por vejez de su adorado corcel Bucéfalo(quien no murió atropellado por un elefante del rey Poro, a como miente Oliver Stone en su cinta Alexander), el gran conquistador macedonio amistó mucho con Iar, un joven elefante descomillado que le había dado una prima de la reina persa Sisigambis, tratando de llenar el vacío dejado por la partida al más allá del ser que Alejandro más había amado en el mundo. El barbudo e hirsuto rey Poro por su parte poseía 200 elefantes entrenados en el Punjab(parte norte del Pakistán de hoy), y los especialistas en historia militar le consideran como pobre comparado con el emperador de Magadha, quien llegó a tener 6 mil elefantes guerreros. Chandragupta Maurya por su parte tuvo un inventario de 9 mil elefantes de guerra, quienes deben haber costado un cachipil de dinero ya que se hartaban como contratados para estar más en forma que el Aquiles de la mitología griega.
El cartaginés Aníbal Barca. Hijo del monarca Amílcar Barca, fue la joya de la segunda Guerra Púnica contra los romanos, y se destaca en la historia como uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos. Aníbal, para usar elefantes en su famoso cruce por los Alpes, le dio megalitros de bebida alcohólica a sus bestias para que pudieran aguantar el frío de la nieve, sin embargo eso no impidió que buena parte de ellos acabaran como paquidérmicos posicles al cruzar las montañas, en una de las peores crueldades que el hombre haya ejercido contra estos pesados brutos grises. De nada sirvió que se hayan escogido elefantes forestales del norte de Africa, y desde entonces su camino hacia la extinción fue cuestión de pocos años debido al abuso de ellos. Aníbal no dejó de soltar sus cuantas lágrimas a escondidas por sus bestias, pero eso no le impidió seguir usando los elefantes para sus cargas.
Uno de los elefantes más idolatrados de la historia indudablemente fue Kandula, un oscuro macho, quien fue, en el año 200 antes de Cristo la montura del rey Dutugamunu de Sri Lanka(antiguamente Ceilán). Resulta que para los ceilaneses era más elegante montar sobre un pintorreteado elefante que a lomos de un briosos corcel, y Kandula a veces incluso comía mejor que su propio amo. Maha Pabbata también fue el mimado yunta del rey Elahara, a quien defendió noblemente en el campo de batalla.
El elefante como antecesor vivo del moderno tanque era algo de armas tomar, sin embargo, el sabio Plinio el Viejo reporta que este enorme paquidermo se meaba de miedo al ver a un chancho común arremeter contra él. Durante el sitio de Megara, en uno de los momentos más bochornosos que recuerda de la historia en cuanto a la capacidad para la crueldad del ser humano, se dice que los megarios echaron aceite hirviendo encima de una enorme piara de chanchos, los cuales salieron escaldados hacia donde estaban los elefantes de los enemigos. Los paquidermos huyeron presas del pánico.
Un 6 de febrero del año 46 antes de Cristo, el “ambidextro” y ambicioso Julio César armó a su quinta legión con hachas y en la batalla de Thapsus logró que le cercenaran las patas a centenares de pobres elefantes del enemigo. Esta fue la úlñtima vez que los elefantes fueron usados de forma masiva en la antigüedad, pero los animalitos fueron sacados del olvido como guerreros durante la era cristiana por los monarcas de la dinastía sasánida. En la batalla de Vartananz los elefantes sasánidas sembraron el pánico y aplastaron a miles de armenios rebeldes. En la Edad media, el elefante nuevamente se retira con honores de veterano de guerra, pero el excéntrico Carlomagno, gran unificador de las Galias, se llevó consigo en campaña a su elefante Abul Abbas cuando se fue a pelear contra los daneses en 804 de la era cristiana. Durante las Cruzadas, el Sacro Emperador Romano Federico II “Luz del Mundo” tuvo chance de capturar un elefante en Tierra Santa, y ese animal luego fue con su nuevo amo a la captura de Cremona en 1214.
Los bravos reyes del imperio Khmer de lo que hoy es Camboya supieron aprovechar las dotes del elefante, y en el siglo XII de la era cristiana los usaron contra el enemigo Cham. Los Khmer habían sido precedidos en el primer siglo de la era cristiana por las valientes hermanas vietnamitas Tring Nhi y Trung Trac en el sabio uso de los elefantes cuando las dos patriotas nobles lucharon contra los intervensionistas chinos que querían esclavizar a su nación.
La vida del conquistador tártaro Timur Lenk (El Cojo) hubiera sido menos agitada si no hubieran existido los elefantes. En 1398, los elefantes del sultanato indio le asustaron los frijoles a Tiomur cuando más de cien de ellos le cayeron encima a las tropas del tártaro. Antes que lo poco que le quedaba de soldadesca a Timur acabaran hechos steak tartara(carne molida) por los eles indios, Timur tuvo el “bombillazo” de poner paja en llamas en ollas sobre el pobre lomo encorvado de sus camellos. El humo de los camellos que corrían asustó a los elefantes, los cuales aplastaron a sus propios soldados tratando de huir de lo que parecía un infierno con patas. Aprendiendo muy bien de la casi sopapeada que le dio el destino, Timur aprendió cómo usar los elefantes y luego los capitalizó en su campaña contra el legendario sultán otomano Bayaceto I el Rayo, a quien derrotó en 1402 en la batalla de Angora, y cuyo suicidio causó cuando lo enjauló.
Nzingha de Ndongo y Matamba, monarca patriótica de lo que hoy es Angola, lanzó una campaña contra los esclavistas portugueses usando elefantes en sus batallas. Inseparable de la hermosísima negra fue su elefanta Diat, quien era contemporánea suya. Diat fue una fértil hembra quien dio 7 elefantes a lo largo de su vida, y la soberana, quien tras tener un solo hijo cuando era muy joven no pudo tener más, solía referirse a los hijos de su Diat como “mis propios muchachos habidos a través de Diat.”
La historia posteriormente vería a los nobles elefantes reducidos a halar cañones y otras piezas de artillería pesada incluso durante la I Guerra Mundial y II Guerra Mundial . Hoy, conociendo los dones que posee este precioso animal, nos llena de angustia y compasión el pensar que estas hermosas bestias fueron reducidas a participar en batallas en las cuales no tenían nada que estar haciendo. Sin embargo, la codicia, malevolencia y gusto por la sangre que posee el hombre como ingredientes de su nefasta levadura, llevaron a estos animales contra su voluntad a participar como protagonistas, agresores o víctimas en un puñado de las más prominentes páginas del libro del tiempo. Hoy es apenas justo que les demos las gracias.
Los elefantes guerreros participaron en muchas batallas, entre ellas:
331 antes de cristo, Gaugamela
326 a.Cristo Río Hydaspes
317 a Cristo Paraitacene
316 a.Cristo Gabiene
312 a.Cristo,Gaza
301 a.Cristo,Ipsus
280 a.Cristo, Heraclea
279 a.Cristo, Asculum
275 a.Cristo, Beneventum
262 a.Cristo, Sitio deAgrigento
255 a.Cristo, Tunez
252 a.Cristo, sitio de Panorama
238 a.Cristo, Utica
238 a.Cristo, Batalla del Serrucho
239 a.Cristo, Río Bagradas
219 a.Cristo, sitio de Sagunto
218 a.Cristo, cruzada de los Alpes con Aníbal y batalla de Trebia
202 a.Cristo, Batalla tle Zama
190 a.Cristo, Magnesia
164 a.Cristo, Beth-zur
153 a.Cristo, sitio romano de Numancia en España
149 a 146 a Cristo, Sitio de Cartago
108 a.Cristo, Muthul
46 a.Cristo Thapsus
451era cristiana Vartanantz
636 era cristiana ,al-Qādisiyyah
1214, era cristiana,captura de Cremona por Federico II, Sacro Emperador Romano
1659, era cristiana Khajwa
1556, Segunda batalla de Panipat
1761,Tercera Batalla de Panipat
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