La Invencible Tomoe Gozen del Japón
Cecilia Ruiz de Ríos
Aunque para muchos machistas la existencia de una mujer militar de alto rango suene como una aberración, en la historia del Imperio del Sol Naciente hay mucho orgullo al presentar a la samurai más temible y bella de todos los tiempos: Tomoe Gozen.
La fecha exacta de nacimiento de esta beldad anda por 1165 en el mes de diciembre, aunque otras Fuentes la colocan naciendo en 1168 en los calores de Julio. Era hija de un matrimonio perteneciente a la nobleza menor, y su padre, al no tener varones, le dio entrenamiento apto para el mejor samurai desde niña. Vivaracha y muy consciente de sus grandes atributos, Tomoe desde pequeña fue una líder incluso para chicos mayores que ella. Su primo FISA, quien pretendió por un tiempo casarse con ella, posteriormente, cargado de cellos la llamaría “castrante”(por cierto palabra favorita de los machos pusilánimes cuando sue topan con una mujer firme). Si bien es cierto que incontables mujeres niponas se vieron forzadas a defender sus castillos tomando las armas mientras sus esposos andaban guerreando, Tomoe desde adolescente afirmó que deseaba ser militar. Tomoe, siendo consumada guerrera, primero llamó la atención de su futuro marido a tal punto que primero la tuvo de lugarteniente(y dicen las malas lenguas con la mía a la cabeza que también de concubina), y luego la desposó. Este hombre , por cierto muy fornido y guapo, se llamaba Kiso Minamoto Yoshinaka y pertenecía a una de las familias más linajudas del Japón. Cuando Kiso se alzó contra el clan de los Taira y en 1184 se tomó la imperial ciudad de Kyoto tras ganar la batalla de Kurikawa, Tomoe estaba al lado de su esposo dirigiendo tropas. Con los Taira forzados a replegarse hacia las provincias occidentales, el marido de Tomoe insinuó que él debía ser el líder absoluto del poderoso clan Minamoto, y esto hizo que Minamoto Yoritomo, pariente de Kiso, se enardeciera en contra de él. Tomoe y su esposo se trenzaron en una batalla contra el airado primo en Awazu, y en esa desesperada lucha Tomoe cercenó más de una cabeza de los guerreros rivales. El texto Heike Monogatari, en el cual Tomoe aparece originalmente solo como ayudante de su esposo Kiso y no aún como consorte legítima, cita,”Tomoe era muy bella, de piel blanca, larga cabellera negra de seda, y era tan buena al arco y flecha como a la espada. También domaba caballos con una mezcla de gentileza y fuerza, y al despuntar una batalla, Kiso la enviaba de primero como su capitán, cubierta con una armadura resplandeciente, y era la guerrera más osada de todos.”
Sin embargo, tras el enfrentamiento con los parientes de su marido, Tomoe fue una de las cinco personas que quedaron vivas tras el cruel enfrentamiento. Su esposo no quería que ella muriera, y le urgió que huyera. Gravemente herido, él sabía que no sobreviviría. Tomoe entonces mandó al guerrero Onda no Hachiro Moroshige a que decapitara a su marido en un afán de conservar el honor limpio de su consorte. Luego , reza la leyenda, se llevó la cabeza de su marido y se fue a un convento, donde guardó su macabra reliquia. Muchos afirman que Tomoe Gozen murió de vieja siendo una venerable monja. Otros románticos afirman que murió al lado de su esposo en el campo de batalla. Sea cual haya sido el final de esta extraordinaria guerrera, su nombre se encuentra en luminarias entre las grandes comandantes de la historia al lado de genios militares con faldas como Nzingha de Ndongo y Matamba, Amina y la emperatriz Candace de Etiopía.
Cecilia Ruiz de Ríos
Aunque para muchos machistas la existencia de una mujer militar de alto rango suene como una aberración, en la historia del Imperio del Sol Naciente hay mucho orgullo al presentar a la samurai más temible y bella de todos los tiempos: Tomoe Gozen.
La fecha exacta de nacimiento de esta beldad anda por 1165 en el mes de diciembre, aunque otras Fuentes la colocan naciendo en 1168 en los calores de Julio. Era hija de un matrimonio perteneciente a la nobleza menor, y su padre, al no tener varones, le dio entrenamiento apto para el mejor samurai desde niña. Vivaracha y muy consciente de sus grandes atributos, Tomoe desde pequeña fue una líder incluso para chicos mayores que ella. Su primo FISA, quien pretendió por un tiempo casarse con ella, posteriormente, cargado de cellos la llamaría “castrante”(por cierto palabra favorita de los machos pusilánimes cuando sue topan con una mujer firme). Si bien es cierto que incontables mujeres niponas se vieron forzadas a defender sus castillos tomando las armas mientras sus esposos andaban guerreando, Tomoe desde adolescente afirmó que deseaba ser militar. Tomoe, siendo consumada guerrera, primero llamó la atención de su futuro marido a tal punto que primero la tuvo de lugarteniente(y dicen las malas lenguas con la mía a la cabeza que también de concubina), y luego la desposó. Este hombre , por cierto muy fornido y guapo, se llamaba Kiso Minamoto Yoshinaka y pertenecía a una de las familias más linajudas del Japón. Cuando Kiso se alzó contra el clan de los Taira y en 1184 se tomó la imperial ciudad de Kyoto tras ganar la batalla de Kurikawa, Tomoe estaba al lado de su esposo dirigiendo tropas. Con los Taira forzados a replegarse hacia las provincias occidentales, el marido de Tomoe insinuó que él debía ser el líder absoluto del poderoso clan Minamoto, y esto hizo que Minamoto Yoritomo, pariente de Kiso, se enardeciera en contra de él. Tomoe y su esposo se trenzaron en una batalla contra el airado primo en Awazu, y en esa desesperada lucha Tomoe cercenó más de una cabeza de los guerreros rivales. El texto Heike Monogatari, en el cual Tomoe aparece originalmente solo como ayudante de su esposo Kiso y no aún como consorte legítima, cita,”Tomoe era muy bella, de piel blanca, larga cabellera negra de seda, y era tan buena al arco y flecha como a la espada. También domaba caballos con una mezcla de gentileza y fuerza, y al despuntar una batalla, Kiso la enviaba de primero como su capitán, cubierta con una armadura resplandeciente, y era la guerrera más osada de todos.”
Sin embargo, tras el enfrentamiento con los parientes de su marido, Tomoe fue una de las cinco personas que quedaron vivas tras el cruel enfrentamiento. Su esposo no quería que ella muriera, y le urgió que huyera. Gravemente herido, él sabía que no sobreviviría. Tomoe entonces mandó al guerrero Onda no Hachiro Moroshige a que decapitara a su marido en un afán de conservar el honor limpio de su consorte. Luego , reza la leyenda, se llevó la cabeza de su marido y se fue a un convento, donde guardó su macabra reliquia. Muchos afirman que Tomoe Gozen murió de vieja siendo una venerable monja. Otros románticos afirman que murió al lado de su esposo en el campo de batalla. Sea cual haya sido el final de esta extraordinaria guerrera, su nombre se encuentra en luminarias entre las grandes comandantes de la historia al lado de genios militares con faldas como Nzingha de Ndongo y Matamba, Amina y la emperatriz Candace de Etiopía.
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