el sapo y el nenùfar

FILOSOFÌA EN SOFA DE CECILIA RUIZ DE RIOS

-Cuando me dijeron que “por medidas de seguridad” no entrase a la empresa portando mi arma, fue porque adentro habìan demasiados pillos que me la podrìan robar.
-En ùnico uso para la melancolía es para medir el nivel de alegrìa que se logra una vez que ella se va.
-Hay hombres que son como la diabetes: solo los ves y te dan neuropatías.
-Quiero engalanar estas ajorcas con la suma joya de mi brazo con el que escribo estos pensamientos.
-Las mujeres a)jamàs lloramos en pùblico b)nos maquillamos ante otros o c)nos masturbamos a la vista y paciencia de media humanidad.
-No señoras. No solo los machos nos echan rayos x a nosotras al pasar. Y quien jamàs haya admirado a un macho elegante o tiene mal gusto o posee hormonas enfermas. Ambas cosas son malas.
-Cara seria culo alegre. Triste destino.
-Si las cotorronas ansiosas supieran el tipo de càrcel que es el matrimonio, no anduvieran ofreciendo el calache para que las “echen presas.”
-Nunca es igual el hijo de la esposa que el espurio de la querida, y sino, pregùntenle a los judìos y a los palestinos porque ellos se tiran de las mechas por eso desde años atràs.
-Mientras màs alta la muralla màs grande es el miedo. Mientras màs grande es el miedo, màs sòlida la cobardìa.
-Otro que cae, dijo la planta insectìvora. Y relamièndose agregò que le admiraba el buen gusto de haberla tomado en cuenta.
-El problema conmigo es que soy la princesa fundida con el dragòn, el sapo injerto con el nenúfar, y el mero diablo en sopa de àngel. Menudo y celestial pedo.
-El síntoma màs inequìvoco de incomprensión y soledad es que chateamos por el celular con nuestro esposo pero al estar en la casa ambos, se nos apesta la boca al no abrirla para hablar.
-Solo en Nicaragua tenemos la capacidad de convertir el anìs de la impuntualidad en un marquesote de la ineficiencia.
-Solo en Nicaragua las palomas no solo toman la escopeta y le dan un balazo en el culo al cazador, sino que ellas hasta exigen indemnización mientras van al sepelio del cazador al cual finaron.
-La mente del contador es màs estrecha que un culo que no acepta ni un supositorio urgente de razonamiento.
-Una super-ejecutiva es una pobre vulva ataviada de blazer por la cual todo menos un orgasmo ha transitado.
-La desventaja de subir por la escalera corporativa con la espalda en los peldaños y las piernas abiertas es que el sopapo al caer te puede dejar laboralmente tullida de por vida, por no mencionar el resfrìo mortal de asco y escarnio que se te puede infiltrar por la entrepierna servida.
-Yo misma jamàs quisiera caer en el sable de mi lengua: serìa muerte instantànea!
-Ahora dicen que para entrar a la globalización hay que hablar inglès. Y còmo se las ingeniaron los romanos y los mongoles para globalizarse y joder al mundo?
-Hay super-solteras tan “apegadas a su libertad” que escogen a un hombre casado para conocer aunque sea de largo al toro bravo del matrimonio.
-Lo ùnico constante de un empleado de transnacional es su inconstancia, y cuando hasta eso le quitan, ya saluda.
-La luna vive en paz porque no tiene humanos que se estèn matando en ella por el petróleo.
-El veneno, si lo guardàs adentro, te dañarà. Es preferible echàrselo encima a alguien y asì te lo sacàs del organismo.
-La carcajada batiente es el mejor ejercicio de mandíbula para no conseguirse una papada al ir entrando en años..
-Mientras màs tiempo pasaba el infeliz obsesionado hablando del dinero, protagonizaba menos acciones que lo llevaran hacia la consecusión del mismo.
-Era un individuo tan envidioso que nunca me deseò la muerte, quizàs porque es màs gasto y sufrimiento el estar vivo.
-El peor hipócrita es aquel quien mientras afirma vivir en un matrimonio perfecto pasea su imperfecta y asquerosa mirada lasciva por cuanta hembra le pasa por delante.
-Yo no dejo que mi mujer trabaje pues le doy todo, cacareaba el gallo impotente. Sobre todo arroz en salsa de reproche, sopa de humillación, empleo de sirvienta y la casa por càrcel.
-Si cada mejilla que abofeteaste en tu senda hacia el èxito se convirtiera en una piedra, cuando lleguès de vuelta al fracaso, morirìas lapidado.
-A veces la naturaleza comete el pecado de reunir demasiadas cualidades en un solo ser, y por eso dicho genio jamàs es completamente feliz en el ejercicio de cada uno de sus talentos.
-Adoro el arte culinario, pero lo detesto cuando debo dejar a medio terminar un cuento o un artìculo en el teclado de la computadora para ir a producir un banquete digno de los dioses.